Con la celebración de la última sesión de la diputación veracruzana, termina una época que muchos quisieran borrar de su memoria y de la historia. El recuerdo podrá fallar, pero lo escrito en la historia no.
La Sexagésima Tercera Legislatura será recordada por la mediocridad, el cinismo y la modorra de algunos de sus flamantes diputados. Uno de ellos que con mucho honor podrá presumir su paso lerdo, es el ex Coordinador de Comunicación Social y ex alcalde de Poza Rica, Alfredo Gándara Andrade.
Un diputado que no aportó nada y que disfrutó las mieles que produce votar a favor o en contra de cualquier iniciativa que se propuso en el Congreso local.
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De Gándara, se recordarán los tiempos dormilones engrasando su curul.
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