A partir de que Jorge Winckler fue separado como Fiscal General del Estado (FGE), sus subordinados han emprendido batallas legales en contra de la institución con el fin de salvar la piel.

Resulta que el ex fiscal especializado contra el maltrato animal Andrés de la Parra Trujillo, uno de los privilegiados en la era Winckler y resguardado por 3 elementos de la Policía Ministerial (por aquello de alguna mordedura de perro), al ver las dificultades que enfrenta, escoge la vías legales para defender sus “derechos.”

Ahora, Andrés de la Parra ha promovido varios amparos contra el Congreso, la Fiscalía General de la República, la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial, para evitar que sea separado de su puesto de confianza y con ello seguir utilizando los expedientes como rico filón para medrar.

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Parece que el presunto vínculo de corrupción al interior de esa dependencia y los cercanos a Jorge Winckler tiene intranquilos a muchos empleados de la FGE sabedores de los pecados cometidos en esas épocas de bonanza.

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