Una de las promesas de campaña del presidente Enrique Peña Nieto fue que los precios de la canasta básica y los servicios de agua y luz, iban a disminuir gradualmente.
Esas ofertas no se ha hecho realidad o reflejado en el bolsillo de los mexicanos. Los juramentos ante notario quedaron en el olvido.
A estas altura, Peña Nieto se la ha pasado viajando a todas las cumbres internacionales y reformando la Constitución a la primera de cambio, con el apoyo de los legisladores en el Congreso de la Unión.
Aunque nos venden que la inflación en México vive el periodo más bajo (2.13%), la gasolina aumentó y productos como el aguacate están por las nubes. Cuando el presidente Enrique Peña tomó las riendas del país, la gasolina costaba 10.80, ahora está en 13.40 el litro, es decir, ha aumentado un 26 por ciento.
A todo ello, hay que observar que el salario mínimo apenas ha subido un 10 por ciento.
Así andamos, más o menos.