Más de dos mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a servicio de agua, según el nuevo Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, titulado “No dejar a nadie atrás”.

En el documento se analizan las causas de esta exclusión y explora maneras de reducir las desigualdades, mismo que se presentará el 19 de marzo en Ginebra, Suiza, durante el 40 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, antes del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo.

En 2015, tres de cada 10 personas (dos mil 100 millones) carecían de acceso a servicios seguros de agua potable y cuatro mil 500 millones de personas, es decir, seis de cada 10 habitantes del planeta, no tenían instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.

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La nueva edición del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos muestra que es posible hacer realidad este derecho siempre que exista una voluntad colectiva de avanzar y se hagan esfuerzos para incluir a los que ‘se quedan atrás’ en los procesos de toma de decisiones”, declaró la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.

“Las cifras son elocuentes. El informe señala que, si continúan la degradación del medio ambiente natural y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales, de aquí a 2050 estará en peligro 45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y 40 por ciento de la producción mundial de cereales”, señaló.

El Informe de 2019 destaca la necesidad de adaptar los enfoques tanto en las políticas como en la práctica para abordar las causas de la exclusión y la desigualdad”, dijo Gilbert F. Houngbo, presidente de ONU-Agua y del del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Según un comunicado distribuido por la representación de la Unesco en México, el acceso al agua y a las instalaciones sanitarias es también un reto para los refugiados y los desplazados forzosos, que a nivel mundial, su número nunca ha sido tan alto.

En 2017, los conflictos y la persecución empujaron a 68.5 millones de personas fuera de sus hogares. Además, un promedio de 25.3 millones de personas se ven obligadas a emigrar cada año debido a desastres naturales.

La cifra que se ha duplicado desde principios del decenio de 1970 y es probable que aumente aún más en los próximos años como consecuencia del cambio climático.

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