The Eyes of Darkness o “En los ojos de la oscuridad” en su traducción al español, es un libro de terror escrito en el año de 1981 por Dean Koontz, autor americano nacido en Pensilvania que jamás imaginó que cuarenta años posterior a su publicación, su novela de ficción volvería a acaparar los titulares en los medios de comunicación por su insólita predicción.

Resulta que este libro se hizo viral recientemente en redes sociales por adelantarse al presente, pues en ella el autor habla de un virus creado en varios laboratorios militares por parte del Partido Comunista Chino.

Lo más increíble de esta novela es que está situada en el año 2020, el laboratorio está ubicado en la ciudad china Wuhan y el virus estaba diseñado para ser utilizado como un arma biológica en caso de una guerra bacteriológica.

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A raíz de estas coincidencias los internautas han quedado pasmados tomando en cuenta que una de las teorías surgidas en torno al nacimiento del COVID-19 sugiere que el virus pudo provenir de unos laboratorios de máxima seguridad ubicados en la ciudad antes mencionada, sin embargo, su origen permanece desconocido.

En la novela, el coronavirus es llamado por los científicos Wuhan-400 porque fue diseñado a partir de una cepa de más de 400 microorganismos creados de forma artificial. Asimismo, es considerado como el “arma perfecta” pues solo afecta a los humanos y no puede sobrevivir fuera del cuerpo ni en ambientes fríos por debajo de los 30° grados.

Es advertido por un personaje de este libro que el Wuhan-400 es peor que el virus del ébola en África, pues está escrito que: “Por un lado, una persona puede convertirse en portador infeccioso solo cuatro horas después de entrar en contacto con el virus –un periodo relativamente corto-; y una vez infectado, nadie vive más de 24 horas. La mayoría muere en doce”.

Sin embargo, en la actualidad la tasa de mortalidad del coronavirus se estima en torno al 2-3%, y en este libro llega al 100 por 100. No hay quien se salve del contagio y también se produce de diferente manera: “Lo probaron en Dios sabe cuántos presos políticos. Nunca pudieron encontrar un anticuerpo o antibiótico que fuera efectivo contra eso…”

“… el virus ha migra al tejido cerebral y allí comienza a segregar una toxina que destruye la parte del cerebro que controla todas las funciones automáticas del cuerpo hasta que la víctima deja de tener pulso o cualquier necesidad de respirar”, señala la novela en cuestión.

A partir de la curiosidad y el pánico causado por el coronavirus, los usuarios en redes sociales han hecho circular varios párrafos del libro y estos fragmentos “premonitorios” se han vuelto virales entre la población.

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