Salvador Muñoz
Alguna vez, en lo más recóndito de su infancia, de su adolescencia (espero que no en la prepa y Universidad), el alumno estuvo a merced de un “De tin marín, de do pingüé” para responder una pregunta en algún examen…
El azar es parte de nuestra vida… y muchas veces es/era/será la manera más simple y sencilla de tomar una decisión o dirimir diferencias como con un “piedra, papel o tijeras”…
Lo aleatorio también es un camino rápido y sencillo en espera de obtener dinero… ¿Quien no se echó un volado con el de los volovanes?
Los volados también sirven para tomar decisiones y lo vemos en un equipo a la hora de escoger portería…
Aunque la Lotería creo que sigue siendo el método aleatorio por excelencia del mexicano y su sueño de riquezas más rápido que la incursión al crimen organizado… y sin tantas flatulencias… Igual estuvieron de moda los Pronósticos Deportivos, el Me Late y hasta el Raspadito.
La tecnología nos trajo igual las máquinas tragamonedas… otra forma “inmediata” de hacerse rico… o más bien hacerse una chaqueta pensando que uno se volverá millonario… aunque a veces no falta quien le pegue a alguna de todas éstas!
La Diosa Fortuna y la Diosa Tique, romana y griega respectivamente, aun con todo y el cristianismo, se mantienen latentes en nuestro espíritu y resurgen hoy más que nunca gracias a la 4T…
Quizás no lo vimos antes, pero de cierto modo, nos lo advirtió Morena con su Tómbola para escoger a sus candidatos… nos burlamos, nos reímos, nos divertimos y menospreciamos haber tenido diputados producto de la suerte aunque ellos los llamaran “elegidos por el Pueblo (o sea Ellos)”… A lo mejor me equivoque, pero pareciera que en Morena, que en la Cuarta Transformación, que el Segundo Piso de la Transformación, se sustenta, se consolida, se afianza en el Fatalismo.
Pero por favor, no me mal entienda, no interprete erróneamente mi idea… en especial los morenos… no digo que la forma de que ellos entiendan la “democracia”, la “designación” de algunos de sus candidatos, sea algo fatal, en el sentido de nefasto, fatídico, aciago, funesto… no… sino en el otro sentido… al ligado al Destino.
Aunque acá no se ponen en manos del Destino ni de Dios, sino de otra fuerza mayor, que es la del Pueblo Bueno y Sabio, el hecho de que dejen en el azar la selección de candidatos de magistrados y jueces, impregna esto de algo de la doctrina del Fatalismo…
Son 528 plazas disponibles las que una tómbola decide a los candidatos para llevarlos al voto… es raro, pero hasta de cierto modo, uno podría suponer que si ya estamos encarrerados a estar en manos de la Fortuna, de Tique o Moira, por qué no aplicarlo en otros ámbitos teniendo a la vuelta de la esquina, por ejemplo, el 2025 y su elección de presidentes municipales en Veracruz:
Ponemos a los candidatos en una tómbola, y la tercera bola que saque la mano santa (sumamente importante en estos eventos), ése sería nuestro presidente municipal. Nos ahorraríamos no sólo dinero, sino campañas, discursos, hasta abrazos, besos, sonrisas de aspirantes “buena onda”…
Aplicable también en Diputados locales y federales así como para Senadores…
Parece absurdo… un poco, pero si lo vemos con frialdad, de cierto modo, qué es si no un volado nuestra vida política: Nos estamos echando un volado si apoyamos a fulano o perengano; nos echamos un volado, si ponemos en nuestras redes alguna preferencia electoral; nos echamos un volado, incluso, si gana nuestro o nuestra candidata, porque ya saben, una vez metido, olvidar lo prometido… así que, si el azar nos dará magistrados y jueces, que no nos extrañe que la suerte nos dé inocentes o culpables.
¡Si hay algo más democrático que el Pueblo Bueno y Sabio sin duda alguna es el Volado!