Aunque se necesitan 67 votos para retirar a Trump de su cargo, las reglas procesales del juicio —incluida la cuestión de si habría que llamar a testigos— se determinan por mayoría simple. Eso significa que cualquier coalición de 51 senadores puede revocar los deseos del líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y por extensión, los de Trump.

Teniendo eso en mente, echemos un vistazo a ocho senadores a los que hay que estar atentos a lo largo del juicio. Si va a haber rebeliones, por pequeñas que sean, probablemente comenzarán con alguien de este grupo:

Lamar Alexander (republicano por Tennessee): Alexander se retirará este año, por lo que es más probable que actúe por sus propios instintos. Esos instintos tienden a proteger tanto la institución del Senado como al Partido Republicano. Ninguno de esos objetivos se alinea perfectamente con la visión de Trump.

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Susan Collins (republicana por Maine): Collins es una de las últimas moderadas del Partido Republicano y ha manifestado que está a favor de que se permita que se llamen testigos a comparecer. Sin embargo, recuerden que Collins y McConnell tienen una relación muy sólida. Piensen en lo que pasó con Brett Kavanaugh .

* Joni Ernst (republicana por Iowa): Ernst ha sido relativamente discreta en su primer periodo en el cargo. Es una estrategia buena dado que representa a un estado tradicionalmente vacilante. Sin embargo, tal vez le sea difícil evitar algunas votaciones complicadas a lo largo del juicio, cosa a la que los demócratas —que creen que Ernst será vulnerable en las próximas elecciones— estarán muy atentos.

Cory Gardner (republicano por Colorado): Gardner intentará reelegirse en 2020 en un estado en el que Hillary Clinton ganó en 2016. Además, se enfrenta a uno de los principales reclutas demócratas, el ex gobernador John Hickenlooper. Esa es razón suficiente para esperar que busque formas de demostrar su independencia y su moderación a lo largo del juicio.

Doug Jones (demócrata por Alabama): Si hay un demócrata que podría ponerse del lado de los republicanos en cualquiera de las votaciones importantes del juicio, es Jones. Luego de ganar en las elecciones especiales de 2017, tiene que buscar la reelección en los próximos comicios en un estado intensamente republicano. Jones podría perder aunque votara por exonerar a Trump, por poner un ejemplo. Entonces ¿arrojará la cautela política por la ventana o no?

* Martha McSally (republicana por Arizona): La forma grosera en la que McSally respondió a una pregunta simple de Manu Raju, de CNN, el jueves, 16 de enero, indica que está bajo presión en este juicio. McSally buscará reelegirse en noviembre y va rezagada respecto a su contrincante demócrata, tanto en las encuestas como en recaudación. Además, a los republicanos les preocupa el desempeño de Trump en Arizona.

* Lisa Murkowski (republicana por Alaska): Murkowski podría ser la moderada que Collins dice ser. Murkowski no solo votó en contra de Kavanaugh, sino que el electorado la reeligió en 2010 aunque no estaba en las boletas porque le ganó un precandidato del Tea Party (el ala conservadora del Partido Republicano) en las elecciones primarias. Si hay alguien auténticamente independiente en el Senado, es Murkowski.

Mitt Romney (republicano por Utah): Desde que llegó al Senado, el año pasado, Romney es, por mucho, el senador republicano más dispuesto a cuestionar a Trump y sus decisiones. Romney también se ha manifestado a favor de oír declaraciones de testigos y, a diferencia de muchos de sus colegas, no tiene que preocuparse por los efectos políticos porque su periodo termina hasta 2024.

En resumen: Este juicio —y los votos que decidirán las reglas procesales— será uno de los momentos más importantes de la carrera de cada uno de estos senadores. Si manejan más los aspectos políticos, podría ser el fin de dicha carrera.

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