Si se aprueba la reforma de revocación de mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió que “bajo ninguna circunstancia” seguiría en el gobierno.

“No me voy a reelegir, yo me someto a la revocación de mandato, para que a mediados del sexenio la gente decida si continúo o no. Sí continúo, termino en el 24 (2024). Bajo ninguna circunstancia seguiría en el gobierno y además tengo la convicción de que van a ser suficientes seis años para sentar las bases, crear el hábito democrático, erradicar la corrupción y echar a andar la economía para que haya trabajo y haya bienestar en el país”, remarcó.

Para el jefe del Ejecutivo, el que los legisladores no quieran aprobar la revocación del mandato, argumentando que su imagen irá en la boleta, “es algo parecido a lo que me hicieron cuando me desaforaron. No querían que yo fuera en la boleta del 2006, en el fondo eso era. Inventaron que había yo incumplido con la decisión de un juez, que había yo violado un amparo, que había yo construido un camino para comunicar un hospital en contra de un mandato legal y que por eso me desaforaban, cuando hubo línea desde Los Pinos -y fue una de las cosas vergonzosas del Poder Judicial-, que llamaron a Los Pinos para darle instrucciones al presidente, en ese entonces, de la Suprema Corte de Justicia y se confabularon todos, los legisladores, todo el Congreso, se unieron para desaforarme”, dijo.

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El primer mandatario señaló que van a ser suficientes seis años “para sentar las bases, erradicar la corrupción, echar a andar la economía para que haya trabajo y bienestar en el país”.

La medida, consideró el jefe del Ejecutivo, también podría aplicar para gobernadores, senadores, presidentes municipales.

“¿Por qué aguantar a un mal gobernante? ¿Que no eran suficientes tres años para ver como iba a terminar un sexenio”, apuntó el jefe del Ejecutivo.

López Obrador resaltó que cuando fue jefe de Gobierno, se sometió a una revocación de mandato a través de una consulta telefónica.

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