El lunes la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP25) entra en su fase final y comenzará a trabajarse en los documentos que le serán entregados a los jefes de Estado, al cierre del encuentro, el próximo 13 de diciembre.

El signo distintivo del encuentro es la activista sueca Greta Thunberg, seguida masivamente por los jóvenes. El viernes, durante la huelga, advirtió sobre el hecho que después de más de un año de batalla en la calle todavía no ha sido reconocida la crisis climática.

Otra gran protagonista de la cumbre es la ciencia, que a través de reportes del comité científico de Naciones Unidas “irrumpe con datos clarísimos sobre la influencia del hombre sobre el clima y la atmósfera”.

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De hecho, detalla que 1,5 grados es el límite del recalentamiento global como “elección obligada”.

También el reporte especial sobre la agricultura indica, por primera vez en 37% las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema agroalimentario.

Lo subrayó Riccardo Valentini, científico de la Fundación Centro Euro Mediterráneo sobre Cambio Climático, uno de los autores del Reporte Especial sobre cambio climático y territorio.

El movimiento de jóvenes y los datos de la ciencia, afirmó Valentini, “dicen a los 196 países reunidos en la COP25 que se necesita actuar rápido”. Esta cumbre, es un verdadero trampolín para la COP26 de Glasgow, que tendrá lugar en el Reino Unido del 9 al 19 de noviembre de 2020, a cinco años del Acuerdo de París, con la coparticipación de Italia que organizó la COP de los jóvenes.

En el Reino Unido los países serán llamados a colocar blanco sobre negro en materia de reducción de emisiones, ahora indicadas sobre base voluntaria. Por eso la cumbre en curso en Madrid es importante. Allí, sostiene la responsable de Clima y Energía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF Italia), Maria Grazia Midulla, “hay muchas cuestiones técnicas pero espero que se dé una señal política que llegue hasta la próxima cumbre”. Sobre lo que provoca Thunberg, sostuvo que “representa el cambio que hace bien contrapuesto al cambio climático”.

En Madrid, Italia, por ejemplo, se presenta con el objetivo de pedirle a Estados Unidos que piense su decisión de salir del Acuerdo de París. Lo anunció días pasados el ministro de Ambiente italiano, Sergio Costa, quien estará presente en la COP25 el martes próximo.

Justamente sobre Estados Unidos y sobre la decisión de Trump de iniciar el proceso de salida del Acuerdo de París de 2015, Valentini puso el acento en el hecho de que “este procedimiento, según el tratado de París, termina solo después del 4 de noviembre de 2020, que coincide con el día después de las elecciones (presidenciales) estadounidenses”. Por lo tanto, se abren varias posibilidades. Entre ellas, la de un regreso de Washington en caso de que se elija a un nuevo presidente, señaló Valentini. Finalmente, fue muy animada la discusión sobre los créditos de carbono: algunos países, como Brasil, quieren el doble conteo, es decir, que la cuota ahorrada de emisiones y cedida pueda ser tenida en cuenta en las contabilidades futuras.

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