El general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, afirmó este sábado que deseó “estar muerto” cuando se enteró que uno de los misiles lanzados por su unidad había derribado un avión con 176 personas, en Teherán.

En un discurso transmitido por la televisora estatal, Ali Hajizadeh declaró que su unidad asumía la “plena responsabilidad” por lo ocurrido.

La declaración se dio después de que la Guardia reconoció que derribó accidentalmente un avión de pasajeros ucraniano que se estrelló momentos después de haber despegado, luego de que el Gobierno iraní rechazó repetidamente las acusaciones occidentales de que era responsable del siniestro que no dejó sobrevivientes.

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La aeronave de pasajeros ucraniana fue derribada en la madrugada del miércoles, horas después de que Irán lanzó una ofensiva con misiles balísticos contra dos bases en Irak que albergaban a soldados estadounidenses en represalia por el asesinato del general iraní Qassem Soleimani

Las fuerzas de la Guardia que rodeaban la capital iraní habían reforzado sus defensas aéreas y estaban en su “nivel más alto de preparación” por temor a represalias de EU, explicó el general.

Su oficina tomó la “mala decisión” de abrir fuego contra el avión tras confundirlo con un misil de crucero, agregó Ali Hajizadeh.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, expresó sus “profundas condolencias” a las familias de las víctimas y pidió a las fuerzas armadas que “persigan a los posibles culpables del doloroso incidente”.

La investigación del siniestro debería seguir adelante y los “autores” tendrían que ser llevados ante la justicia, agregó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, en un comunicado en el que agregó que Teherán debería compensar a las familias de las víctimas.

El dirigente pidió además “disculpas oficiales a través de canales diplomáticos”.

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