El papa Francisco se ha disculpado este miércoles antes de la tradicional oración del Ángelus por haber “perdido la paciencia” el día anterior cuando una fiel lo forzó a darle la mano y él le dio un golpe en la mano. “Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre. Me disculpo por el mal ejemplo dado ayer”, ha dicho el pontífice desde una ventana del palacio apostólico de la plaza de San Pedro del Vaticano. El incidente ocurrió cuando el Papa, visiblemente molesto, reprendió a una mujer que lo agarró bruscamente de la mano y lo atrajo hacia sí mientras él saludaba a los fieles en su visita a la plaza de San Pedro tras oficiar la última misa del año.
La mujer, de rasgos asiáticos, se encontraba junto al resto de fieles tras las barreras de seguridad de la plaza y cuando el Papa pasó a su lado, le agarró la mano y lo atrajo repentinamente hacia ella. Francisco trató inmediatamente de zafarse de la mujer y, tras lograrlo, le golpeó la mano en señal de reprimenda, visiblemente irritado, mientras sus agentes de seguridad se acercaban para ayudarle, aunque no tuvieron que intervenir. Cuando se produjo el incidente, Jorge Bergoglio acababa de llegar a la plaza de San Pedro del Vaticano para visitar el árbol y el Portal de Belén instalados durante el periodo navideño.
El Papa ha oficiado este miércoles la primera misa del año en la basílica de San Pedro del Vaticano y ofreció una homilía en la que condenó con firmeza la violencia, la humillación y las ofensas que sufren con frecuencia las mujeres. “Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre”, ha dicho el sumo pontífice. Después ha acudido al palacio apostólico vaticano para rezar el Ángelus junto a los congregados en la plaza de San Pedro y ha aprovechado la ocasión para disculparse.