El 2 de junio de 1996, Andrés Manuel López Obrador denunció que se fraguaba un golpe de Estado contra el entonces Presidente Ernesto Zedillo.

“Está en marcha un proyecto para deponer al Presidente Ernesto Zedillo, inspirado y promovido desde el extranjero y vinculado a grupos políticos y económicos que traicionan al régimen para apoderarse del País, esencialmente de los yacimientos petroleros”, dijo en aquella ocasión, cuando se encontraba en campaña por la dirigencia nacional del PRD.

En un artículo titulado “La defensa de las instituciones y rechazo a la renuncia presidencial”, el tabasqueño planteaba la necesidad de un acuerdo político y de unidad encaminado a una transición democrática, debido a las señales de un presunto golpe de estado en contra de Zedillo.

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Decía entonces que era necesario cerrar filas en torno a las instituciones del País, entre ellas la Presidencia y el sistema republicano.

Ayer, López Obrador llamó a no caer en la tentación de un golpe de Estado, pues en el País no existen condiciones para ello.

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