El renunciante presidente de Bolivia, Evo Morales, que llegó hace tres semanas a México cobijado por el asilo político, denunció hoy en conferencia de prensa que es buscado por la Policía Internacional (Interpol), que emitió una “ficha azul” para buscarlo en al menos 10 países.

El líder cocalero mostró a los periodistas un borrador de un formulario de notificación azul, donde se establece que es perseguido en Venezuela, Paraguay, México, Ecuador, Colombia, Uruguay y Argentina, por 10 delitos, entre ellos “alzamiento armado”.

“Somos para ellos una organización de financiamiento a terrorismo”, dijo el jefe de Estado obligado a dimitir tras la primera vuelta en las elecciones pasadas en las que buscaba un cuarto mandato pero la Organización Estados Americanos (OEA) denunció que incurrió en fraude, luego de dos auditorías.

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Las notificaciones azules de la Interpol sirven para “localizar o identificar a una persona que presente un interés para una investigación policial, según la propia Interpol, pero no está claro por qué se le aplica esta medida si está protegido por el asilo político.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció en una rueda de prensa en México que la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) emitió una orden de localizarlo basada en acusaciones por delitos inexistentes.

“La Interpol me está buscando en América el Sur por delitos que no existen”, dijo Morales, quien señaló que el dimitente vicepresidente Alvaro García Linera también es está en las mismas circunstancias.

La “ficha roja” es la siguiente categoría de la Interpol en la cual ya un fugitivo de la justicia es perseguido en los países asociados al organismo.

Evo Morales estimó que la emisión de la “ficha azul” deriva de una “persecución política en su contra”, por parte de lo que llama el “gobierno de facto” de la presidenta interina Jeanine Añez, que insiste en acusarlo de “corrupción y otros actos ilícitos.

Morales insistió en que en las últimas elecciones, del 20 de octubre, donde se proclamó vencedor, le fue “robado” el triunfo y lanzó un vehemente llamado al actual gobierno de su país “para garantizar libertad y claridad en las elecciones que se realizar a finales de enero”.

La denuncia de Morales ocurre un día después de que el gobierno interino boliviano reanudó relaciones diplomáticas con Estados Unidos, tras 11 años de ruptura, y designó a Walter Serrate, ex representante permanente de La Paz en Naciones Unidas, como embajador en Washington. El mandatario saliente criticó que el “gobierno de facto” no haya ordenado procesar judicialmente a los responsables de los 30 muertos registrados en el marco de las protestas tras el “golpe de Estado” que dijo haber sufrido el 10 de noviembre pasado. S En cambio, señaló que se persigue y acusa de “múltiples delitos” a los militantes y seguidores de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), que cuenta con el mayor respaldo popular en Bolivia.

Morales es acusado de terrorismo, asociación criminal, alzamiento armado y otros delitos relacionados con las manifestaciones populares posteriores a su salida de Bolivia.

El líder indígena aymara recordó que cuando presentó su renuncia al cargo su objetivo era evitar la violencia en Bolivia y avanzar en una agenda democrática. “Los movimientos sociales son tratados como criminales bajo el sistema capitalista. El Gobierno de facto actúa de forma racista y discriminatoria”, indicó. Previamente, a través de Twitter, Morales aseguró que el gobierno interino pretende “”desmantelar el Estado Plurinacional” en Bolivia, en país conformado por diversas nacionalidades.

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