En el marco de la pandemia por coronavirus, la delincuencia no se ha detenido y está trasladando de manera creciente sus operaciones a la red de internet, con un mayor uso de operaciones a distancia en el sistema financiero, alertó el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda (SHCP), Santiago Nieto.

En reunión virtual con integrantes de la Junta Directiva de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, indicó que la emergencia sanitaria por coronavirus está generando distintos riesgos de los que México no está exento.

Señaló que en distintas naciones y también en el país, se están corriendo mayores riesgos que van desde el incremento de fraudes financieros por internet, compra y venta de medicamentos e insumos médicos falsificados o de calidad inferior y corrupción política en las compras en línea.

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También se ha detectado el uso de organizaciones no gubernamentales para lavar dinero; así como la posibilidad de un mayor tráfico de Fentanilo, sustancia que ha sido autorizada por el gobierno de Estados Unidos para tratamiento de pacientes graves con COVID-19.

En su exposición inicial, subrayó que situaciones extraordinarias, como la pandemia por coronavirus, está incrementado los riesgos de que el lavado de dinero a nivel internacional y nacional aumente.

Tras manifestar que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha planteado dos documentos en la materia, indicó que las autoridades mexicanas están trabajando para reducir al máximo dicha problemática.

Se están emprendiendo acciones conjuntas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para tener información al respecto y estar atentos a cualquier movimiento u operación financiera asociada al tratamiento de la pandemia, que pudieran resultar irregulares o inusuales.

Asimismo, se están elaborando lineamientos a seguir por las instituciones financieras.

Detalló que a partir de la declaratoria de la emergencia por COVID-19 y la suspensión temporal de actividades y empresas no esenciales, se incrementó la interacción en línea, lo cual también representa un riesgo, ya que la delincuencia también está trasladando sus operaciones a la red y eso significa que habrá un aumento en los casos de lavado de dinero.

Hay en distintos países afectados por el coronavirus, apuntó, aumento en fraudes financieros, promoción en línea de productos e inversiones falsas, así como mayores transferencias de recursos a cuentas falsas.

Se han registrado incluso en México, en el estado de Jalisco, y en naciones como España, casos de venta y compra de medicamentos y pruebas para coronavirus falsificados.

Asimismo, hay más riesgo de venta y compra de insumos de poca calidad y que no cumplen especificaciones técnicas, lo que puede generar corrupción pública y privada, así como casos de acaparamiento por parte de particulares, de bienes como mascarillas, gel y otros insumos médicos.

Con el incremento de las compras a distancia, abundó, se pueden presentar casos de corrupción entre funcionarios gubernamentales.

También está latente el aumento en el uso de servicios de casas de empeño, préstamo y financiamiento informal.

En ese punto, dijo Nieto Castillo, la UIF está en espera de los informes de las personas que se dedican al manejo de empeños y casas de préstamos, para dar seguimiento a sus operaciones.

Con un mayor desempleo, agregó, existe la posibilidad de que se incremente el reclutamiento del crimen organizado.

Por ello, se pronunció a favor de que la autoridad federal mantener el apoyo social y económico a la población, así como a las micro, pequeñas y medianas empresas.

Otro riesgo, apuntó, está en la posible utilización de de organizaciones no gubernamentales para lavar dinero, a través de depósitos para supuestos donativos.

Un riesgo más, agregó, radica en el surgimiento de organizaciones sin fines de lucro, falsas que podrían usar “cuentas puente” para trasladar distintas sumas de dinero.

En cuanto al posible incremento de delitos, indicó que se ha detectado el envío de mensajes de texto para usurpar identidades. Incluso en otros países, apuntó, se ha dado el caso de personas que se hacen pasar pro funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para cometer fraudes.

En particular en México, especificó, se han dado casos de creación de cuentas falsas de dependencias gubernamentales, con el fin de pedir a Hacienda que libere recursos; y también de farmacéuticas, a fin de obtener recursos de manera fraudulenta.

Comentó que recientemente, la UIF atendió una denuncia del IMSS, sobre el robo de materiales en sus almacenes.

Ese hecho obliga a promover acciones que permitan “blindar” las compras gubernamentales, en especial del sector salud, con el fin de evitar que se repliquen casos como el de la Estafa Maestra y la Operación Zafiro.

Asimismo, señaló que al incrementarse la actividad laboral, gubernamental y escolar en línea, se corre un mayor peligro de la comisión de delitos como pornografía infantil, lavado de dinero para promover la trata de personas.

Recalcó que en todos esos casos, la UIF está diseñando “modelos de riesgo” para atender casos que pudieran ser presentados a través de denuncias ante la Fiscalía General de la República.

Destacó el tema del Fentanilo, sustancia cuyo consumo irregular causó 80 mil muertes en Estados Unidos en 2019, como un alto riesgo en el marco de pandemia por COVID-19.

El gobierno de Estados Unidos, apuntó, autorizó el uso de dicho componente en hospitales, para tratar a los pacientes con coronavirus más graves, lo que ha incrementado el flujo de ese insumo.

En ese caso particular, afirmó que México debe redoblar la vigilancia en las aduanas, donde hay problemas graves de corrupción, para evitar que la sustancia llegue a los hospitales, laboratorios y farmacias, y no se desvíe para uso del crimen organizado.

Agregó que el riesgo se podría duplicar, ya que existe otro componente denominado Norfentanilo, que Estados Unidos también analiza utilizar como parte del tratamiento para el coronavirus.

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