La vida en el planeta ha dado un giro drástico desde que la pandemia de coronavirus fue declarada. Gran parte de la población mundial se encuentra en cuarentena o en aislamiento obligatorio, mientras las cifras de muertes, que ya superan los 80 mil, siguen creciendo, al igual que las de contagios, que ya se acercan a 1.500.000. Todo esto también ha tenido un efecto catastrófico en la economía mundial: millones de personas han perdidos sus trabajos y el mundo está al borde de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, las naciones navegan por aguas desconocidas, sin una hoja de ruta clara de cómo se debe actuar ante un enemigo microscópico. Nadie sabe cuánto durará esta crisis ni cómo se saldrá de ella. Al parecer, muchas de esas cosas que eran normales hasta hace solo unos meses o semanas atrás, probablemente ya no lo vuelvan a ser.

Según las predicciones de algunos expertos, cuando la pandemia termine y las normas de distanciamiento sociales se relajen, muchas personas seguirán trabajando de forma remota desde sus casas. Si esto ocurre a una gran escala, muchos emigrarán de las grandes ciudades y la vida en las urbes cambiará de forma abrupta. En un escenario como este las empresas tecnológicas tendrán un mayor dominio y crecimiento, pero otros sectores como el de los restaurantes y bares se verán severamente golpeados.

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Sin embargo, en este momento hay todo tipos de análisis y predicciones que intentan entender esta gran crisis que atraviesa la humanidad y que, al parecer, apenas comienza. Mike Bebernes, editor en Yahoo News, intentó reunir en un artículo publicado en el sitio web de noticias distintas perspectivas, divergentes y contradictorias entre sí, de cómo el coronavirus podría cambiar nuestras vidas.

Nuestra sistema económico podría transformarse en uno más equitativo

“Hay esperanza de que podamos comenzar a ver el mundo de manera diferente. Tal vez podamos ver nuestros problemas como compartidos, y la sociedad como algo más que una masa de individuos que compiten entre sí por la riqueza y la posición social. Quizás, en el corto plazo, podamos entender que la lógica del mercado no debería dominar tantas esferas de la existencia humana como lo permitimos actualmente ”, escribió Peter C. Baker para The Guardian.

Otras crisis han llevado a grandes cambios políticos

“El cheque del Seguro Social que llega cada mes. Los beneficios de los seguros de desempleo que ayudan a quienes pierden sus trabajos. Las enormes filas de seguridad que serpentean en los aeropuertos, cuando millones de estadounidenses todavía volaban. Todo esto está tan profundamente arraigado en la sociedad que todos lo damos por sentado. Sin embargo, todas estas políticas y medidas se instalaron luego de crisis como la del COVID-19 “, escribió Mark Z. Barabak para Los Angeles Times.

Trabajar desde casa será cada vez más común

“La tradicional oficina se estaba convirtiendo cada vez más en algo obsoleto. La pandemia de coronavirus solo aceleró radicalmente la línea de tiempo”, escribió Matt Burr y Becca Endicott para Wall Street Journal.

La industria de servicio quizá nunca se recupere

“Es casi seguro que la pandemia cambie la forma como las personas trabajan, compran y socializan, tal vez esto también cambie de forma permanente cómo operan muchas industrias de servicios”, escribió Paul Wiseman y Anne D’Innocenzio para Associated Press.

Luego de que el coronavirus esté controlado, el miedo a una infección se extenderá en el tiempo

“Un efecto probable de esta crisis es que la gente nunca deje de preguntarse cuándo podría ocurrir la próxima pandemia”, escribió Jeva Lange para The Week.

La forma como el sistema económico mundial funciona sufrirá cambios fundamentales

Las empresas se verán obligadas a repensar sus cadenas de valor en el mundo. Estas cadenas fueron diseñadas para maximizar la eficiencia y las ganancias. Y si bien los sistema altamente eficientes de fabricación —como el método japonés justo a tiempo— pueden ser la forma óptima de producir un artículo complejo como un automóvil, las desventajas de un sistema que requiere que todos sus elementos funcionen como un reloj ahora se han expuesto”, escribió Beata Javorcik para el Financial Times.

Muchas predicciones sobre los cambios son exageradas

“Los estadounidenses nunca dejarán de ir a los juegos de baloncesto. No dejarán de irse de vacaciones. Se reunirán para hacer negocios. Hasta ahora, ni los telegramas, ni los teléfonos, ni la televisión, ni el internet, ha afectado el deseo humano de estrechar la mano, a pesar de las predicciones de los tecnólogos de lo contrario”, escribió Henry Grabar para Slate.

La estabilidad política en los países emergentes colapsará

“Los estados frágiles serán empujados al caos y la anarquía, y existe una posibilidad de que algunos regímenes no sobrevivan al COVID-19, ya que, luego de la mortandad, cientos de miles de personas se volcarán a las calles para derrocar aquellos regímenes cuya legitimidad se vio socavada al ser incapaces de manejar la crisis”, escribió Andreas Krieg para Al Jazeera.

La pandemia creará una oportunidad para enfrentar el cambio climático

“La respuesta que tengamos a esta crisis de salud dará forma a cómo enfrentaremos la crisis climática en las próximas décadas. Los esfuerzos para revivir la actividad económica (los planes de estímulo, los rescates y los programas de regreso al trabajo que se están desarrollando ahora) ayudarán a determinar la forma de nuestras economías y nuestras vidas en el futuro próximo, y tendrán efectos sobre las emisiones de carbono que repercutirán en todo el mundo por miles de años”, escribió Meehan Crist para New York Times.

La telemedicina llegó para quedarse

“Se han lanzado plataformas tecnológicas, trabajadores de salud han sido capacitados, los pacientes educados y las citas médicas se han transformado en videollamadas… Es una herramienta extraordinariamente útil: mucho después de que la pandemia termine, su adopción podría significar algo bueno para la prestación de atención médica”, escribió Kimberly Gudzune y Heather Sateia para Washington Post.

Habrá más autoritarismo

“En resumen, el COVID-19 creará un mundo menos abierto, menos próspero y menos libre. No tenía que ser así, pero la combinación de un virus mortal, una planificación inadecuada y un liderazgo incompetente ha colocado a la humanidad en un camino nuevo y preocupante”, escribió Stephen M. Walt para Foreign Policy.

Las ideas progresistas serán más aceptadas

“Saldremos de esta pandemia con una nueva comprensión de cómo funcionan tanto nuestro gobierno como la sociedad. Las ideas anteriormente marginales de la izquierda, como el ingreso básico universal o la atención médica universal, ahora serán conceptos muy familiares y comunes para la opinión pública”, escribió Ryan Broderick para BuzzFeed News.

La gente emigrará de los grandes centros urbanos

“Las implicaciones para las grandes ciudades son inmensas. Si la proximidad al trabajo ya no es un factor significativo para decidir dónde vivir, por ejemplo, entonces el atractivo de los suburbios disminuye; podríamos dirigirnos hacia un mundo en el que los centros urbanos existentes y nuevas poblaciones remotas se destaquen, mientras que los cinturones de cercanías tradicionales, o periféricos, desvanezcan”, escribió Jack Shenker para The Guardian.

La pandemia podría llevar a una gran revolución popular

“Es probable que las secuelas del coronavirus incluyan un nuevo levantamiento político: Occupy Wall Street 2.0, pero esta vez mucho más masivo y enojado”, escribió Cathy O’Neil para Politico.

La pandemia no cambiará nada

“Voy a arriesgarme aquí: no creo que muchas cosas cambien para siempre y desearía que la gente dejara de decirlo en base a dos semanas enteras de aislamiento y distanciamiento social”, escribió Kevin Drum para Mother Jones.

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