“Los adultos también podemos aprender de los jovencitos que, que en lo que concierne a la protección de la naturaleza, están a la vanguardia”, afirmó el papa Francisco. Claramente un guiño al movimiento climático juvenil inspirado por Greta Thunberg en medio del discurso dado por el Pontífice en el Salón Pablo VI ante más de 2.500 niños y jóvenes, de entre 5 a 18 años, de 43 países, participantes en el Encuentro mundial “Puedo”, un proyecto promovido por Fidae (Federación de Escuelas Católicas Italianas) a partir de la encíclica Laudato sí.

“Queridos hijos y queridas niñas, veo en ustedes una valiente confianza -dijo Francisco-, sí, la confianza y el coraje de un proyecto de mejora ambiental y social que se concreta”.

“Un proyecto que puede dejar una marca. La decisión correcta: la de aquel que apartó la vista de la pantalla del teléfono móvil y se arremangó para ponerme al servicio de la comunidad. Y también puso los teléfonos móviles al servicio de este compromiso!”, acotó “La creatividad y la imaginación han hecho que sus iniciativas sean aún más interesantes. Han demostrado que la única inteligencia artificial no es capaz de dar el calor humano que todos necesitamos”, afirmó el Papa.

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“Lo que me hace tan feliz, al ver sus ojos sonrientes, es que han preferido la solidaridad, el trabajo común y la responsabilidad a tantas otras cosas que el mundo les ofrece”, agregó. “Por eso parecen más felices que los que lo tienen todo y no quieren dar nada. Son más felices que los que lo quieren todo y no dan nada. Solo a través de la donación se puede alcanzar la felicidad”, concluyó.

El proyecto “Puedo!” otorga poder y confianza a estudiantes de todas las edades para que se comprometan concretamente a la transformación y mejora de las personas y los contextos en los que viven y al mismo tiempo para enfrentar el desafío que el Papa lanzó con la Encíclica Laudato sí. “colaborar para construir nuestro hogar común”, convirtiéndonos en los protagonistas de un cambio radical, trabajando en primera persona para salvaguardar el medio ambiente y los recursos del planeta.

Francisco también agradeció y saludó a “todos los maestros que acompañan este proyecto con su precioso trabajo”.

“Juntos nos estamos preparando para el Pacto Mundial sobre Educación y para el evento que tendrá lugar en Roma el 14 de mayo de 2020. Todos estamos llamados para construir una ‘aldea global de educación’, donde los que viven allí generan una red de relaciones humanas, que son la mejor medicina contra todas las formas de discriminación, violencia e intimidación”, acotó. “En esta gran aldea, la educación es portadora de fraternidad y creadora de paz entre todos los pueblos de la familia humana, y también del diálogo entre sus religiones”, resaltó el Papa.   

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