Al ratificar la realización de una consulta ciudadana para determinar el futuro de la central termoeléctrica de Huexca, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió acatar el resultado de la votación a realizarse este fin de semana, aun cuando la negativa de la gente signifique la pérdida de una inversión pública de 25 mil millones de pesos.
Reiteró que la obra es de interés y beneficio general, pero aceptará el resultado. Nada se va a hacer por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Todo va a ser consultado, aseguró en conferencia de prensa, durante la cual firmó un convenio con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por conducto del representante en México, Fréderic Vacheron.
Esta agencia emitirá un informe técnico y científico respecto de los posibles efectos que la planta de generación de energía podría tener en la calidad y cantidad del agua del río Cuautla. Sus especialistas estuvieron en campo del 20 al 23 de febrero y de inmediato trazarán un calendario tentativo para la entrega de su informe.
El Presidente dijo que cuenta con elementos para señalar que el proyecto no afecta la región y, al contrario, se podrían reducir las tarifas de energía eléctrica, habrá mayor disponibilidad de agua y se reforzarán los canales para evitar fugas.
Resaltó la importancia de la colaboración de la Unesco –que trabajará con la Comisión Nacional del Agua (Conagua)– para que no quede la menor duda de que no podríamos de ninguna manera llevar a cabo una actividad económica, por importante que sea, afectando el medio ambiente, contaminando el agua, dañando el territorio.
A la vez reconoció la existencia de una oposición social a la obra operada por la Comisión Federal de Electricidad debido a los agravios cometidos durante la construcción de un gasoducto de Tlaxcala a Morelos, pasando por Puebla. Al mismo tiempo se construyó la termoeléctrica en Yecapixtla, Morelos.
Hubo gente detenida, encarcelada. Todo un movimiento en contra de este proyecto, señaló.Q
