Durante la audiencia general del pasado miércoles el Papa Francisco lanzó una apelación para ser agradecido de la vida y evitar el “pecado de la ira”, porque “puede destruir tantas cosas” y “arruinar una relación con un hermano, tal vez sin remedio”.

“Debemos derribar la bienaventuranza y hacernos una pregunta: ¿cuántas cosas hemos destruido con ira?” -se preguntó Bergoglio: “¿Cuántas cosas hemos perdido? Un momento de ira puede destruir muchas cosas; pierdes el control y no se evalúa lo que realmente es importante, y puedes arruinar tu relación con un hermano, a veces sin remedio”.

El Pontífice elogia la “suavidad” que, en cambio, “conquista muchas cosas”. “Es capaz, dice, de ganarse el corazón, salvar las amistades y mucho más, porque la gente se enoja pero luego se calma, reconsidera y vuelve sobre sus pasos, y se puede reconstruir”.

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