Desde Lagos de Moreno, en Jalisco, donde inauguró instalaciones de la Guardia Nacional, el Jefe del Ejecutivo afirmó que no se trata de una amenaza, pero aseguró que serán denunciados todos los actos de corrupción de jueces y magistrados.

Aseguró que es muy respetuoso de la autonomía del Poder Judicial, pero no habrá complicidad. Advirtió que se acabará la práctica de liberar a delincuentes, con el pretexto de que no se integraron bien los expedientes de investigación o se violó el derecho al debido proceso, porque no se registró bien la hora de la captura.

En México habrá un “estado de derecho, no de chueco” y aunque se respeta la autonomía, judicial se denunciará todo acto de corrupción.

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Se acabará la práctica de liberar delincuentes que hasta salen riendo, gracias a la acción de  jueces locales o federales.

Los sueltan, abundó el Mandatario, con el pretexto de que las averiguaciones estaban mal integradas, y excusas respecto a que no se registraron adecuadamente datos como la hora de la detención. “¡Eso es corrupción, hay que llamarlo por su nombre!”, remarcó.

Los jueces tienen que entender que son otros tiempos, no es amenaza pero se les dice que no se vivirá más con impunidad, sino con justicia.

Nadie en el país será complice ni callará, menos el Presidente, refrendó.

Aseveró que sus palabras deben escucharse en todos lados. Quienes se dedican a actos delictivos deben tener presente que ya no tendrán oportunidad de ejercer influencias.

Que se escuche a los cuatro vientos, no se permitirá la impunidad, abundó.

Nada de que se detiene a un delincuente de organizaciones delictivas famosas, intervienen sus abogados y son liberados de inmediato, dijo.

En el país, insistió, ya no se permitirán actos de corrupción, los tiempos de “hacer y deshacer” han terminado.

Expresó su respeto hacia las madres de personas que cometen delitos y sufren por ello, e incluso se le acercan para plantear su problemática.

El país vive una época de “hacer el bien sin mirar a quien”, de acabar con la corrupción y de “moralizarse”, para lo cual, es indispensable contar con servidores públicos honestos.

Hay que “pintar bien la raya” entre la delincuencia y la autoridad, “nada de contubernios”, sentenció.

Como en Tepatitlán, donde también inauguró un cuartel de la Guardia Nacional, el Presidente manifestó que antes la Constitución no permitía que los elementos militares realizaran labores de seguridad pública, y por ello, se impulsaron reformas para autorizar dicha actuación.

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