En un año muy difícil para Veracruz, corroborado por todos en el primer informe del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, no será mucho lo que aporten a la sociedad las comparecencias de los secretarios de despacho, sobre todo las de aquellos a quienes les tocó bailar con las más feas circunstancias del territorio estatal

En materia de resultados de gobierno, es significativo lo que se dice, pero suele ser más importante, lo que se calla o lo que se disfraza.

Los temas de la inseguridad, de la crispación social, del deterioro político y del atraso de las regiones no dejan mucho para lucimientos. Por esa razón el primero que tuvo que saltar al ruedo, estuvo envuelto más por el morbo que por el interés ciudadano en algún resultado del área a su cargo. El secretario de gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos siguió manifestando su discurso habitual y el jueves pasado sacó a relucir una de sus perlas del 2019: su libro de los dos mil ejemplares con ingresos programados para hacer labor social en áreas pobres. Los enterados dicen que la publicación cisneriana hasta compite en lectores con el novedoso libro de economía del ciudadano presidente de la república.

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Por cierto, y en el rubro de las perlas, se insiste en que el gobierno no tiene subejercicios. Casi a diario hay salidas a la prensa para negar esa presunción general. El subsecretario de la obra pública lo acaba de reiterar el fin de semana. Entonces las cifras del Tercer Informe del Gasto Público 2019 son fantasmas, al igual que los “adversarios” que ve, un día si y otro también, el gobernador Cuitláhuac y muchos de sus colaboradores, cuando son cuestionados sobre esos -y mucho más- tópicos, con lo que reafirman su pobreza discursiva y argumentativa.

El viernes se tuvo la comparecencia del secretario de finanzas y planeación, José Luis Lima Franco, quien adoptó un aire serio y profesional, y quizá por falta de cosas reales para presumir, no utilizó completamente el tiempo que le dieron en el Congreso para su glosa del informe.

Desde luego, también negó el subejercicio y enseñó la consigna. Pero brindó notas interesantes: dentro de los ajustes al presupuesto, se dieron 550 millones de pesos más para seguridad pública, respecto al 2018. Se han entregado 649 escrituras públicas por parte de la dirección del patrimonio estatal, cifra miserable. Pero lo realmente importante en su intervención, fue el dato de que, a octubre de este año, ha habido una recaudación de 7, 338 millones de pesos, un 12.8% más que el año anterior. También dijo que se han pagado “más de dos mil millones de pesos de adeudos” a ayuntamientos, a extrabajadores que tramitaron su ahorro para el retiro y a 176 gestiones de pago a proveedores de años previos. Aseguró que los resultados en su área son gracias a que “no ha habido imposiciones”.

También señaló que las negociaciones de la deuda pública permitirán liberar 6,700 millones de pesos, y que tres mil millones serán durante esta administración. Creó buenas percepciones al recalcar que mejoraron las calificaciones de la deuda y el grado de confianza en el gobierno del estado. 

Y qué se debe entender de esa comparecencia: Primero, que se le sigue invirtiendo a la seguridad pública, sin que Hugo Gutiérrez Maldonado, el encargado del ramo, haya dado resultados convincentes, ya que dicen anda más apurado en borrar el negro historial que les dejó a los regiomontanos. Segundo, que la dirección general del patrimonio cuesta mucho dinero, y que las 649 escrituras que han entregado allí en el periodo indican que los procesos de la regularización de la tenencia de la tierra seguirán dando de comer a muchos vivales y simuladores, entre ellos a los directivos de la institución, de los cuales se comenzará a ventilar la corrupción que reina ahí, aunque sigan presumiendo la protección del ‘Guerrero de la galaxia’.

De los dineros que se “liberarán” por la renegociación de la deuda, y de las intenciones de liquidar pasivos, hubiera sido positivo, por ejemplo, devolverle o abonarle al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) algo de los miles de millones que el Instituto “prestó” a la SEFIPLAN en los años pasados.

Respecto al manejo de Lima Franco y del incremento en la recaudación estatal, que este informó en la comparecencia, se comprueban dos aciertos: uno, que ante el declive productivo y económico que se percibe en el gobierno de la Cuarta Transformación, y la posible llegada menor de obras y recursos federales en los años siguientes, es oportuno y correcto que se aumente la recaudación de ingresos estatales, ya que Veracruz está entre las ocho entidades que menos genera ingresos propios, a pesar que de ese grupo, es la que mayor población y actividad económica tiene.

El otro acierto del año, hay que atribuirlo al propio Cuitláhuac. Qué bueno que se encontró a Lima Franco, y que con su nombramiento no arriesgara una posición tan estratégica como es la SEFIPLAN. 

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