Los insumos para atender la epidemia de Covid-19 llegan tarde y cuestan más. Las prisas le ganaron al Gobierno que hace adjudicaciones directas por falta de previsión, consideraron especialistas.
Al rezago y desorden que experimentó la administración federal en la compra de insumos médicos en 2019 e inicios de 2020, se le suma el apresuramiento para adquirir lo necesario para la pandemia, aseguró Enrique Martínez, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam).
Con falta de pericia, pues los funcionarios actuales desconocen correctamente los procedimientos e implicaciones del manejo adecuado de adquisición de fármacos e insumos, el Gobierno modificó los mecanismos de compra, y la epidemia les alcanzó sin tener este proceso totalmente controlado.
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El resultado es que, ahora, ante la emergencia, a diferencia de las compras consolidadas, compra mediante adjudicación directa y de urgencia y eso es 20 por ciento más caro.
El especialista alertó sobre el hecho de que al no tener la posibilidad de consolidar la demanda y tener una mejor oportunidad de definir los precios en términos de volumen, hoy compran como pueden y lo que hay a la mano.
“Como no hay programación, pues estás tratando de adquirir lo que esté disponible por parte de los oferentes, ya sea que tengan en existencia o facilidad de programar la producción en el corto plazo”, consideró.