La matanza de 27 personas anoche en Coatzacoalcos -superior a la tragedia de El Paso, Texas-, refleja el fracaso total de las instituciones de gobierno. Y recuerdan aquella inquietante frase en tono de desprecio que hizo el ahora presidente López Obrador cuando hacía campaña a la presidencia de la república. Si se permite que sigan las matanzas, la sensación de indignidad, de inseguridad, de impotencia y de molestia contra las autoridades, irá creciendo con cada día que pase.

Los hechos de esta semana, recuerdan aquella matanza del mes de abril en Minatitlán, y todas las demás que han ocurrido, antes y después de esa fecha. Aparte de esos 14 infortunados del salón de fiestas en esa ciudad, cuántos más han fallecido por causas semejantes, y cuántos más faltan por caer ante los criminales, debido a ignorancia, incompetencia y complicidades de funcionarios.

Las bombas molotov o los explosivos que aniquilaron a indefensas personas que trabajaban o se divertían la noche del martes en un centro nocturno de Coatzacoalcos, dieron paso a otra bomba: la falaz denuncia que hizo el gobernador Cuitláhuac contra la Fiscalía General del Estado, quien horas después aclaró que las cosas no eran como decía el gobernador ¡y el presidente!, sino que quien había liberado al causante del atroz asesinato masivo -“La Loca”, que mencionaba Cuitláhuac, y que le creyó López Obrador- era totalmente incorrecta, ya que la culpable de esa liberación del delincuente aludido, era la propia Fiscalía General de la República.

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Pero no quedó ahí, las siguientes bombas surgieron en la inconformidad social de los veracruzanos, en las mil menciones de la prensa local y nacional y en las importantes menciones críticas de medios internacionales, el día de ayer.

Qué pasa en Veracruz, se preguntan todos en este país y en el extranjero. Estas son las respuestas. La Fiscalía General del Estado está controlada por gente de Miguel Ángel Yunes Linares, quien pudo quitar al primer fiscal veracruzano -el duartista Fisculín-, pudo designar al sucesor (Jorge Winckler), y de manera increíble, puede mantener a este señor en el cargo, sin mayor problema y divirtiéndose a diario de los continuos balbuceos y cachetadas que le da el actual fiscal al gobernador García Jiménez y su débil y desprestigiado coro de colaboradores empecinados en la marcha del abogado procurador de justicia. 

Acaso es tanta la fuerza de Yunes Linares para seguir gobernando de alguna forma a Veracruz, hecho que permite que el actual mandatario veracruzano pueda justificarse en materia de inseguridad pública, echando la culpa al Fiscal.

O será que hace falta que el presidente de la república, el tercero que gobierna en Veracruz, venga a poner orden y a hacer sentir su fuerza y poder de decisión, apoyándose en que el imaginario popular dice que es la primera autoridad en el país. Veracruz no puede estar con tres gobiernos. 

AMLO debe recordar que el 26 de abril, hace solo cuatro meses, vino a Minatitlán a instalar la primera coordinación de la guardia nacional, que parece que se escribe con minúsculas. 

A pesar de esa mediatizada instalación, los índices de criminalidad y asesinatos nunca bajaron en la región, y los resultados dicen que es como si no se hubiese instalado nada contra las bandas del crimen. Alfonso Durazo -el secretario federal de seguridad- está escondido y asustado, o es que resultó una auténtica nulidad en la materia.

Señor Presidente de la República, hace quinientos años, los españoles llegaron a Veracruz a cambiar bisuterías por oro. Han pasado cinco siglos y los veracruzanos no quieren más espejitos en los temas de la seguridad pública, el empleo y el progreso.

El que manda es usted. El que tiene la Ley en la mano es usted. El que cuenta con el respaldo de la población es usted. Los veracruzanos quieren resultados tangibles, no rollos políticos y palabrería.

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