Xalapa.- A unas horas de la jornada electoral, los operadores del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y funcionarios del gobierno del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, han comenzado una campaña negra en contra de los candidatos en municipios que el partido tiene como “perdidos”. 

La violencia en el estado se ha exacerbado y las campañas a través de videos, volantes, y publicaciones en redes sociales en contra de la oposición son cada vez más evidentes ante el riesgo que corre el partido en el poder de perder las elecciones.

La molestia y crispación social ante los malos resultados del partido Morena y sus autoridades ha generado que las encuestas previas a la jornada electoral no les favorezcan y por ello han activado el aparato estatal para encarcelar, denostar e intimidar a los candidatos. 

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A ello se suma el hecho de la violencia que se ha registrado en las últimas horas, con el asesinato del candidato de Movimiento Ciudadano (MC)a la presidencia municipal de Cazones de Herrera, René Tovar Tovar.  

Antes de ello, se denunció el ataque contra el candidato del partido Fuerza por México a la alcaldía de Coxquihui, Fernando Pérez Vega, en donde resultó un muerto y dos personas lesionadas en la casa de campaña. 

Lo anterior luego de que un comando intentó matar al candidato, y tres personas repelieron la agresión.

Riesgos del proceso electoral

Para muchos analistas y empresas dedicadas a realizar estudios demóscopicos, los riesgos para la elección de mañana domingo son que se siembre la narrativa de un “fraude en marcha” desde las primeras horas del día a partir de hechos aislados o de hechos inducidos.

De igual forma, se sabe que las aglomeraciones afuera de casillas pueden desalentar el voto (ya sea por largas filas o por llamados de Morena para vigilar las casillas). En este último caso podría darse coacción o amedrentamiento de votantes y eventuales enfrentamientos.

Entre otros de los riesgos que se prevén, están las posibles controversias entre funcionarios de casilla y representantes de partidos políticos al momento de contar los votos. Eso atrasaría la contabilidad y el flujo de información hacia los programas de resultados electorales preliminares (los PREPs). A su vez, eso motivaría especulación informativa y ansiedad por conocer los resultados.

Igualmente, las autoproclamaciones de triunfo (“madruguetes”): es previsible que a partir de que cierren las casillas a las 18 horas, varios candidatos y candidatas detonen guerras de cifras.

Por último, las declaraciones de triunfos “irreversibles” por parte de los partidos nacionales a partir de las 20 horas (cuando ya hayan cerrado todas las casillas de país): daría pie a desconocer las tendencias que anuncien las autoridades electorales entre las 22 y 23 horas cuando se den a conocer los resultados de los conteos rápidos.

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