Nacer en Veracruz siendo pobre, mujer, indígena o con color de piel más oscura, impacta en la posibilidad de acceder a mejores oportunidades, que se traducen en la menor capacidad de sobreponerse a estas condiciones y mejorar en materia educativa y económica. 

De acuerdo con el “Informe de Movilidad Social en México 2019: hacia la igualdad regional de oportunidades”, la entidad como parte de la zona sur del país es una de las que menor movilidad social ascendente registra; esto es, que las opciones de ascender a partir de la parte baja de la escalera social son mucho menores que en las regiones del norte. 

En Veracruz y otros estados del sur del país como Oaxaca, 86 de cada 100 mexicanos nacidos en los hogares más pobres no logran superar la condición de pobreza. En cambio, en la región norte del país esta cifra, aunque alta, resulta significativamente menor: 54 de cada 100.

Anuncios

En la zona norte del país el 8 por ciento de la población que parte de la base de la escalera social llega al escalón más alto, mientras que en el sur como en Veracruz, este porcentaje es cuatro veces menor, con solo 2 por ciento. 

Señala que las entidades que históricamente han presentado desventajas son Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz y Puebla, y que actualmente conservan elevadas tasas de persistencia en la parte baja de la distribución de riqueza. 

En contraste, la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Baja California Sur y Colima cuentan con las mejores posiciones respecto a la movilidad de largo alcance. 

El grado de movilidad social ascendente de una generación a otra es mayor en las regiones norte y centro-norte, mientras que el más bajo ocurre en la región sur. Así, los hijos de padres en el 25 por ciento más bajo de la distribución de riqueza tienen mejores resultados si crecieron en el norte que en el sur.

“El que las personas puedan o no mejorar sus condiciones de vida depende, en gran medida, de la región en la que se nace. Además, esto también incide en poder superar o no condiciones de pobreza”.

En el sur las opciones de ascender a partir de la parte baja de la escalera de riqueza son mucho menores que en las regiones del norte: 62 de cada 100 que nacen en la base de la escalera de riqueza en el sur se quedan ahí, en comparación con menos de la mitad de esta cifra en las regiones del norte: 25 de cada 100 en las regiones norte y norte-occidente.

Además, advierte que por ejemplo, solo 8 por ciento de la población de la región sur, cuyos padres tienen primaria o menos, terminan una carrera.

“Quienes crecen y se desenvuelven con carencias o en ambientes socioeconómicos desfavorables a lo largo del ciclo de vida, acumulan desventajas en términos de oportunidades y de progreso económico y social respecto de quienes lo hacen en un ambiente favorable. Lo anterior conlleva a un círculo vicioso de baja movilidad social: la desigualdad de oportunidades de origen se traduce en una mayor desigualdad de logros de una generación, la cual, a su vez, se traduce en la persistencia —o incluso incremento— de la desigualdad de oportunidades de origen de la siguiente generación”.

Te puede interesar: AMLO y Cuitláhuac acuerdan prioridad a inseguridad y extrema pobreza en Veracruz

RESULTADOS A NIVEL NACIONAL

En México la movilidad es baja, y esto se puede atribuir a la desigualdad de oportunidades; de acuerdo al estudio, el “origen de cuna marca, en buena medida, el destino de las personas. Sabemos que nacer en pobreza, en una zona rural aislada, ser mujer, ser indígena o tener tono de piel más oscuro limita las posibilidades de movilidad social ascendente de las personas”. 

Señala que las opciones de movilidad social son muy desiguales entre las distintas regiones del país y, por lo tanto, el lugar en donde se nace resulta determinante.

El estudio señala que 74 de cada 100 mexicanos que nacen en la base de la escalera social, no logran superar la condición de pobreza; además, en cuanto a la movilidad educativa ascendente establece que los hijos de los padres con los mayores niveles de educación alcanzan la formación profesional a una tasa doce veces mayor que los hijos de los padres sin escolaridad.

En cuanto a ocupación sólo el 3 por ciento de los hijos de padres con ocupaciones agrícolas alcanzan el nivel ocupacional más alto, mientras que quienes tuvieron padres con ocupaciones no manuales de alta calificación (como las directivas o las que requieren de estudios profesionales) presentan una probabilidad diez veces mayor de lograrlo, con un 34 por ciento.

En el caso de la riqueza, el 47 por ciento de los hijos de padres con orígenes más desaventajados permanecen en esa posición en su vida adulta, mientras que el 54 por ciento de los hijos se mantendrán ahí.

“En las primeras etapas de la vida, los hijos de los padres con mayores desventajas socioeconómicas enfrentan rezagos educativos y de salud, derivados de la ausencia de acceso o de la calidad desigual de los servicios públicos. En la siguiente etapa del ciclo de vida, estas circunstancias determinan en buena medida la ruta de estos hijos en el mercado laboral, toda vez que el contexto mexicano se caracteriza por contar con una seguridad social fragmentada”.

Te puede interesar: En Veracruz 65% de los niños viven en pobreza

Los resultados muestran que las ventajas o logros que alcanzan las mujeres son más limitados que los de los hombres con condiciones de origen equivalentes, y se agudiza cuando parten de posiciones menos favorables. 

“Si una mujer nació en condiciones de pobreza tendrá menos probabilidades que un hombre de escapar de esta. Si sus padres tienen bajos niveles educativos tendrá más probabilidades de quedarse con baja educación que un hombre”.

En cuanto al tono de piel, el estudio señala que los mexicanos de tono más oscuro experimentan menor movilidad ascendente y mayor movilidad descendente respecto a quienes reportan un tono de piel más claro.

“La movilidad social en México aún es baja: 49 de cada 100 personas que nacen en los hogares del grupo más bajo de la escalera social, se quedan ahí toda su vida. Y aunque la otra mitad logra ascender, 25 de ellos no logran superar la línea de pobreza de México”. 

Lo anterior implica que 74 de cada 100 mexicanos que nacen en la base de la escalera social, no logran superar la condición de pobreza.

En cambio, 57 de cada 100 de quienes nacen en hogares del extremo superior de la escalera social, se mantienen ahí el resto de su vida. 

Al menos 48 por ciento de la desigualdad en los logros de la población mexicana se debe a que las oportunidades con las que cuentan las personas para salir adelante no son las mismas.

Publicidad