Estudios anteriores han mostrado que el consumo de café puede ayudar a proteger contra el desarrollo de la enfermedad de Parkinson en personas que no tienen factores de riesgo genéticos para la enfermedad. En un nuevo estudio, se ha examinado el caso de quienes poseen cierta mutación genética que aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson. La mutación se encuentra en un gen llamado LRRK2.

En la nueva investigación, el equipo de la neuróloga Grace Crotty, del Hospital General de Massachusetts en Boston en Estados Unidos y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología, comparó 188 personas que tenían la enfermedad de Parkinson con 180 personas que no la tenían; ambos grupos tenían personas con la mutación en el gen LRRK2 y otras sin ella. Los investigadores examinaron la cantidad de cafeína en la sangre y cómo variaba entre los grupos. Hicieron lo mismo con otras sustancias químicas que se producen a medida que la cafeína se metaboliza en el cuerpo. Un total de 212 de los participantes también rellenaron cuestionarios sobre cuánta cafeína consumían cada día.

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Entre las personas portadoras de la mutación en el gen LRRK2, las que tenían la enfermedad de Parkinson presentaban una concentración de cafeína en la sangre un 76% menor que las que no tenían la dolencia. Las personas con enfermedad de Parkinson y una copia normal del gen tenían una concentración de cafeína en su sangre un 31% menor que la concentración de las personas no portadoras de la mutación y sin la enfermedad de Parkinson.

Los portadores de la mutación genética que tenían la enfermedad de Parkinson también tenían un menor consumo de cafeína en su dieta. Los portadores del gen mutado con enfermedad de Parkinson consumieron un 41% menos de cafeína por día que las personas que no tenían la enfermedad, tanto con la mutación del gen como sin ella.

“Aún no sabemos si las personas que tienen una predisposición a padecer la enfermedad de Parkinson pueden tender a evitar beber café o si algunos portadores de la mutación beben mucho café y se benefician de sus efectos neuroprotectores”, reconoce Crotty.

Crotty advierte además que en el estudio lo que se hizo fue examinar a personas en un momento dado, por lo que eso no ayuda a los investigadores a conocer claramente el efecto que la cafeína tiene con el paso del tiempo en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson ni cómo el consumo de cafeína puede afectar al avance de la enfermedad. Los resultados del nuevo estudio tampoco prueban que el consumo de cafeína cause directamente un menor riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson; solo muestra una asociación. Por tanto, aunque parece bastante probable que el consumo de café también ayude a proteger contra la enfermedad de Parkinson a las personas con la citada mutación en el gen LRRK2, conviene ser prudente con los resultados y esperar a nuevas investigaciones que profundicen en la cuestión.

En cualquier caso, Crotty se muestra optimista al respecto. “Estos resultados son prometedores y alientan futuras investigaciones que exploren la cafeína y las terapias relacionadas con ella para disminuir las posibilidades de que las personas con este gen desarrollen la enfermedad de Parkinson”, destaca Crotty. (Fuente: NCYT de Amazings)

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