Las personas que toman dos o tres tazas de café al día pueden tener una vida más larga y están menos expuestas a las enfermedades cardiovasculares en comparación con las que no ingieren esta bebida en general, sugiere un estudio realizado por científicos australianos, cuyos resultados fueron publicados este 27 de septiembre en la revista European Journal of Preventive Cardiology.

“Los resultados sugieren que la ingesta leve y moderada de café molido, instantáneo y descafeinado debe considerarse como parte del modo de vida saludable”, comentó Peter Kistler, uno de los autores del estudio, citado por la Sociedad Europea de Cardiología.

Concretamente, los hallazgos se basan en la investigación que incluyó a un total de 449.563 participantes, de entre 40 y 69 años, que no sufrían de arritmias ni de males cardíacos. Los examinados fueron divididos en seis categorías en base a la cantidad de tazas de café que consumen a diario (ninguna, menos de una, una, de dos a tres, de cuatro a cinco y más de cinco) y el tipo (instantáneo, molido, descafeinado).

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El tipo de café más común fue el soluble (44,1 %). Mientras que el 18,4 % y el 15,2 % prefirieron el molido y el descafeinado, respectivamente. El 22,4 % restante no tomaban café y sirvieron como grupo de comparación. Los investigadores analizaron la incidencia de las enfermedades cardíacas y muerte tras hacer ajustes por una serie de parámetros como la edad, el sexo, la etnia, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, el fumar y el consumo de té y alcohol, entre otros.

Resultó que el 6,2 % de los participantes murieron a lo largo del tiempo de seguimiento, que en promedio fue de 12,5 años. Mientras, todos los tipos de café se asociaron con la reducción del riesgo de muerte por cualquier causa. El mejor resultado se observó en aquellas personas que tomaban dos o tres tazas a diario, con un 14 %, 27 % y 11 % menos probabilidad de muerte para los preparados descafeinados, molidos e instantáneos, respectivamente.

Por otra parte, el 9,6 % de los participantes fue diagnosticado con afecciones cardíacas durante la observación. Una vez más, los científicos concluyeron que todas las variantes de café redujeron la incidencia de este tipo de enfermedades, principalmente en aquellos que beben dos o tres tazas.

En cuanto a la arritmia, el 6,7 % de los participantes tuvieron esta enfermedad. Solo el café molido y el soluble se relacionaron con una reducción del riesgo de padecer esta afección. En comparación con los no bebedores, las probabilidades más bajas se registraron entre los que consumían de cuatro a cinco tazas de café molido (17 %) y de dos a tres cazas de café soluble (12 %).

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