La NASA está analizando llegado el momento, “rescatar” a los tres miembros de la tripulación a bordo de la Estación Espacial Internacional utilizando una cápsula Dragon de SpaceX, luego de que la nave Soyuz donde regresarían una vez terminada su misión sufriera una fuga de refrigerante el 15 de diciembre.
Ya que actualmente la Roscosmos, la Agencia Espacial Rusa, ha dicho que no tomarán una decisión hasta enero sobre si es seguro usar o no la cápsula para el reingreso a la Tierra, y ya que la siguiente nave podría llegar hasta febrero, la NASA está considerando otra alternativa en caso de que ninguna de estas dos opciones lleguen a materializarse.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Se pueden salvar las misiones en Marte del polvo ‘asesino’?
De acuerdo con Reuters, la NASA ha hecho “varias preguntas a SpaceX para conocer su capacidad de enviar tripulantes adicionales utilizando la Dragon si era necesario”, aunque según la portavoz de la NASA, Sandra Jones, no era su enfoque principal en ese momento.
Eso sí, Reuters detalla que no está claro si la NASA pidió específicamente conocer las capacidades de la Crew Dragon, si la compañía puede aumentar la capacidad de la cápsula actualmente acoplada a la estación (llamada Endeavour) o sus posibilidades para lanzar un nuevo vehículo vacío automatizado para hacer el rescate de la tripulación.
Los asientos de la Endeavour ya están reservados, pues llevará a casa a la Crew-5 a principios de 2023, entre ellos los astronautas de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada, el astronauta japonés Koichi Wakata y la cosmonauta de Roscosmos Anna Kikina.
En el caso de la Soyuz afectada, nombrada como MS-22, llevaría a los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin, y al astronauta de la NASA Frank Rubio, todos con trajes espaciales rusos Sokol, y sería un problema adicional, pues SpaceX solamente lanza miembros de tripulación equipados con un traje de la empresa hecho a la medida.
El riesgo potencial de no tener cápsulas funcionando al 100%
Por lo pronto aún no se ha determinado el origen de la fuga en la cápsula MS-22, aunque en las posibles causas se sigue considerando algún desecho espacial, un micrometeorito que no se pudo rastrear derivado de su pequeño tamaño o hasta una falla en el hardware de la propia nave.
Aunque esto no es un peligro inmediato para la tripulación a bordo de la ISS, representa un riesgo inminente en caso de que la instalación deba ser evacuada por algún motivo, pues tres personas se quedarían sin la posibilidad de hacer un viaje seguro de vuelta a la Tierra.