La exposición “Dr. Atl: instantáneas del paisaje”, conformada por 70 trabajos entre óleos, dibujos a lápiz, carbón y tinta, así como fotografías que pertenecieron al acervo personal del artista jalisciense se abrió al público en el Museo Naval México.
La Secretaría de Cultura, mediante el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y su Coordinación Nacional de Artes Visuales, en colaboración con el recinto, hicieron posible esa muestra en la que se devela el proceso creativo de quien es considerado uno de los más grandes paisajistas del país.
Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA, en representación de la directora general del instituto, Lidia Camacho, inauguró la muestra en la víspera.
“La obra del Dr. Atl está cargada de una fuerza expresiva que refleja su pasión por el paisaje, así como el deseo siempre presente de inmortalizarlo con sus lápices, sus carboncillos y sus pinceles”, mencionó Zavala.
Aseguró que para el INBA es un privilegio ofrecer al público de Veracruz esa exposición de Gerardo Murillo, cuyo pseudónimo es Dr. Atl, que no sólo comparte sus obras concluidas, sino que también ofrece la oportunidad de apreciar y meditar en el proceso que siguieron las mismas.
“Para este género desarrolló técnicas novedosas como las vistas aéreas, que le imprimieron una perspectiva curva de gran atractivo. Asimismo, y por su necesidad de contar con pigmentos de larga duración, buen brillo y secado rápido, creó los Atlcolors”, detalló.
En su oportunidad Javier Roque Vázquez, curador de la exposición vigente hasta el 20 de mayo, indicó que se trató de dar una nueva visión del proceso creativo del Dr. Atl como pintor. Además cuenta con 10 piezas más del acervo del INBA, en comparación de la exhibición que se realizó previamente en Guanajuato.
“Al revisar su acervo nos dimos cuenta de que él recurría constantemente a fotografías para poder realizar sus obras. La exposición muestra el proceso preparatorio del artista, desde las imágenes que reunía y utilizaba como referencia, a los bocetos y la obra final”, explicó.
Además de ser piezas que, por su naturaleza, pocas veces se exhiben al público, Roque Vázquez puntualizó que algo muy interesante a observar es la selección fotográfica del artista: por un lado, son imágenes que nos permiten ver los paisajes que Gerardo Murillo presenciaba e incluso memorizaba.
Entre los paisajes que se plasman está el nacimiento del volcán Paricutín en Michoacán, en 1943, considerado el volcán más joven del mundo, ya que como aficionado a la vulcanología el Dr. Atl hizo un registro de lo que ocurría en los pueblos aledaños al volcán, de la gente, las fumarolas y la lava que arrojaba, y que después lo plasma en dibujos.
“Para él la fotografía era una herramienta más en su taller y en sus procesos creativos, a la par del dibujo y de la memoria. Incluso en sus escritos habla de su valor como registro. Es decir, la consideraba un apoyo y no una pieza artística de primer orden”, complementó.
La exposición consta de dos secciones, la primera se titula “Habitar el paisaje”, en la que se muestra cómo admira e interpreta ese género. También se integra una selección de fotografías aéreas.
En la segunda sección “Fuego primordial. Volcanes en erupción” se muestran imágenes, dibujos y fotografías sobre el tema.