La última voluntad del laureado artista plástico José Luis Cuevas (1934-2017), fue que sus cenizas descansen junto a la de su viuda Beatriz del Carmen Bazán, sean depositadas en la urna de los “Siameses” y a su vez en la Catedral Metropolitana, señaló la pintora Beatriz del Carmen Bazán.
A casi ocho meses de la muerte del llamado “niño terrible del arte mexicano”, su viuda, Beatriz del Carmen Bazán, ofreció una rueda de prensa para dar a conocer la que fue la “última voluntad” del artista y aclarar dudas sobre su relación de 15 años.
Ante decenas de medios de comunicación, Carmen Bazán hizo fuertes declaraciones sobre su vida con el pintor y dibujante mexicano y con sus hijas, al tiempo que presentó documentos legales y médicos certificados ante notario público, en donde dio a conocer la última voluntad de su esposo.
En la casa del pintor en la zona de San Ángel en esta ciudad, la viuda estuvo acompañada de sus abogados Katya Mardueño y el penalista Ricardo Olmedo Gaxiola, y declaró que las señoras Mariana, Ximena y María José Cuevas, han ensuciado su imagen y la de su esposo, con notas sensacionalistas y amarillistas que han publicado algunos medios, principalmente revistas de espectáculos.
Tras asegurar que el encuentro con medios no busca confrontarse con las hijas de su esposo, Carmen Bazán dejó en claro que no fue amante de Cuevas, ni destruyó su hogar y mucho menos una familia.
Recordó haber conocido a Cuevas en mayo del 2001 y una vez divorciada reveló haber aceptado su noviazgo con el pintor en diciembre del 2002; mientras que el 25 de julio del 2003 contrajo nupcias por el civil y en 2006 por la iglesia católica y en otras fechas, en diferentes ceremonias más.
Subrayó que José Luis Cuevas nunca estuvo secuestrado ni física, ni mentalmente como repentinamente han declarado sus hijas y otras personalidades del mundo artístico e intelectual.
La pintora dijo que el estado de ánimo y salud de su esposo empezaron a decaer cuando se enteró de la muerte de su amigo, el escritor Carlos Fuentes, en 2012, y destacó que desde ese momento, sus miedos a la muerte, que siempre estuvieron presentes, así como por la vejez, se volvieron más severos.
Indicó que la salud del artista se deterioró en el 2013, por una infección en las vías urinarias, por la cual fue internado, situación que causó gran problema a las hijas, ya que declararon falsamente que Beatriz tenía a José Luis secuestrado, abandonado y enfermo.
Señaló que a raíz de la polémica hospitalización, José Luis Cuevas convocó a una rueda de prensa en donde se le vio lúcido, fuerte y sonriente, y ahí anunció el rompimiento con sus tres hijas y su hermano Alberto.
A partir de ese momento, los ataques por parte de las tres hijas del pintor en los medios informativos tuvieron dos frentes legales: una penal, donde Carmen Bazán fue denunciada ante la Procuraduría General de Justicia Capitalina, por supuesta comisión de homicidio en grado de tentativa, secuestro y abandono de adulto mayor.
La demanda concluyó con un auto dictado el 8 de julio del 2013, por el juez decimo tercero de lo familiar, quien resolvió decretar sin materia el asunto, ordenando que al ser José Luis Cuevas una persona lúcida y capaz, estaba en actitud de tomar sus propias decisiones y él decidió no ver más a sus hijas.
Beatriz del Carmen Bazán informó que su esposo falleció el lunes 3 de julio de cáncer en el colón, cuya enfermedad tuvo metástasis que alcanzaron otros de sus órganos.
Otros de los temas que abordó la viuda, fue el registro del nombre y firma de “José Luis Cuevas” como marca, señaló que se hizo en el 2012, porque se detectó exceso de piratería en torno a su obra y para proteger la originalidad de la misma; por lo que se suscribió un convenio, en donde el artista la dejó como propietaria de la misma cuando él falleciera.
Respecto a su funeral, reveló que ella solo acató las instrucciones de su esposo, de que en su velorio, cremación y homenaje no estuvieran presentes sus hijas, así como su hermano Alberto, para prevenir el escándalo que al final de cuentas protagonizaron y con las consecuencias negativas en su contra.
También denunció que las anomalías del apoderado legal de la “Fundación José Luis Cuevas y Novelo A.C”, respecto a la información financiera, argumentando que, a pesar de tener el carácter de directora y su esposo, ser el artista por el cual el museo lleva su nombre, siempre los mantuvo al margen.
Señaló que estas irregularidades fueron oportunamente informadas a las diversas autoridades culturales, incluso se le externó a la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, el deseo de José Luis Cuevas de suprimir su nombre de la denominación social de la fundación y se le plantearon diversas alternativas para una nueva y transparente administración y que hasta este momento el INBA no ha hecho nada.
Dijo que el inmueble es propiedad del Gobierno de la Ciudad de México y el apoderado legal es el ingeniero Salvador Vázquez Araujo, quien dadas las funciones es el único responsable del manejo de las finanzas y de los recursos que el museo recibe periódicamente por parte de las autoridades culturales, en calidad de donativos.
“A raíz de las reclamaciones hechas por mi esposo a las diferentes instancias, la Fundación me retiró mi sueldo y todo apoyo económico. Mi salario es de 30 mil pesos mensuales, el cual no he recibido desde el mes de abril del 2017.
“También informo que José Luis Cuevas nunca recibió ningún ingreso de dicha Fundación”, indicó.
De igual manera, desmintió las declaraciones de Ximena Cuevas respecto a la venta de Obra Erótica que está ofreciendo la Galería Óscar Román.
Dijo que los dibujos, su esposo en vida se los dio al galerista para su venta, hace poco más de un año, y negó que formen parte del acervo del Museo José Luis Cuevas.
Carmen Bazán comentó que la obra del artista se encuentra en diversas galerías públicas y privadas de México, y está a la venta como la de cualquier artista que vive de su trabajo, y reveló que las tres hijas han vendido muchas obras de su esposo.
Aclaró que no hay más herencia que repartir en vida del artista y por consejo de ella, Cuevas heredó a sus tres hijas, con la condición de conservar la casa-estudio de Galeana en la Ciudad de México; a las tres les cedió propiedades y obras de arte, lo que generó problemas entre ellas, en especial, con Mariana, por incluir a sus hijos.
Durante la rueda de prensa, Carmen Bazán entregó un par de documentos en donde se aprecia la relación de obra (cerca de 140 piezas) que recibió cada una de las hijas del artista valuadas en dólares.
Expresó haber actuado con mucha prudencia, decencia y respeto ante los ataques de Mariana, Ximena y María José y de algunos medios de espectáculos; pero en caso de que las agresiones informativas continúen, no dudará en entablar las acciones legales correspondientes en contra de quien resulte responsable.