José Antonio Flores Vargas
Los Gritos del Silencio es una banda originaria de Monterrey, cuya música aborda el rock, el hip hop y diversos géneros tradicionales, con los que alcanzaron una mezcla de ritmos y sonidos, conocida como “chúntaro style”.
Sus canciones gustan a un público compuesto principalmente por jóvenes de barrios pobres en ciudades de México y la frontera norte.
Uno de sus temas, que no es famoso y cuya letra muestra tintes filosóficos, se llama “Recordar es vivir”. El título es un cortometraje mexicano de los años 50, que recibió algún premio nacional de cine en su época. Con seguridad, la frase es una de las más utilizadas por los seres humanos en todas las culturas.
El tema viene a modo en estos tiempos electorales en que los candidatos trabajan en pos de 12 gubernaturas a lo largo y ancho del país.
Para centrarnos en nuestro entorno inmediato, hablaremos de Veracruz, en donde siete candidatos luchan denodadamente por alcanzar la opinión favorable del electorado, que en estos tiempos se integra por un alto porcentaje de jóvenes.
Como ocurre en todas las elecciones, antes de emitir los sufragios, estos muchachos y todos los demás votantes de mayor edad que conformamos el padrón, solemos recordar y comentar las historias que se tejen sobre los gobiernos, los partidos políticos representados y las figuras públicas que contienden por cada uno de ellos.
En este supuesto y sin mencionar a ex gobernadores difuntos, consideremos solamente los gobiernos de Dante Delgado, Patricio Chirinos, Miguel Alemán y Fidel Herrera.
Acudiendo a las respuestas de la gente de a pie y a nuestros conocidos, y también a las hemerotecas, recordemos aquí las expresiones más generalizadas sobre cada uno de ellos:
Dante empedró, pavimentó e iluminó muchos pueblos y ciudades ganándose a la gente. Pero también fue a la cárcel junto con dos de sus colaboradores más cercanos. Después fundó un partido nacional y ha tenido algunos triunfos.
Chirinos dio prioridad a la seguridad pública, con todo lo que ello implica: represión, abuso de autoridad y disminución de libertades. Casi no dejó obras, pero sí 900 millones de pesos en caja al finalizar su sexenio.
Alemán trajo el mundo cosmopolita al estado, alentó el desarrollo regional y dejó obras como el libramiento de Plan del Rio y la terminación de la autopista a Veracruz, el Teatro y Centro de Convenciones de Coatzacoalcos, las instalaciones para realizar cada año la Cumbre Tajín en Papantla y el Agrocentro en Puente Nacional pero 3,500 millones de deuda, contratada en los últimos meses de su gestión.
Fidel construyó cientos de puentes, como el Bicentenario y el distribuidor vial de Las Trancas en Xalapa. Gestionó y aportó casi 250 millones de pesos para construir 59 kilómetros de lo que conocemos como Libramiento de Xalapa, colocó miles de pisos firmes en los pueblos pequeños y en las colonias populares de todos los municipios; dejó al estado miles de millones de pesos de deuda y 3 equipos ganadores: los halcones, los tiburones y el del palacio de Enríquez.
Estos resultados los recuerdan las personas maduras y los adultos mayores que saben por quiénes van a votar. Pero cuidado, los jóvenes que no vieron o conocieron esos hechos, sólo recordarán lo que han percibido en su corto tiempo de observación de la vida pública: ineptitud, desorden, negligencia, deshonestidad, corrupción, impunidad y rechazo social hacia el equipo gobernante y los políticos en general. Hoy, esos jóvenes conforman el mayor porcentaje de votantes en el padrón.
Esta es la realidad que hay que tener en cuenta en la elección del 5 de junio próximo.
Recordar es vivir, ya fue cine y canción, es frase célebre. En esta elección, los jóvenes pueden confirmarnos que recordar es vivir, pero pueden enseñarnos también, que recordar es votar. Y que al otro día de la elección, muchos despertemos convencidos del significado de los gritos del silencio.