Como en aquellos tiempos de las terribles plagas que narran las escrituras sagradas, nadie puede negar que durante estos primeros dieciocho años del siglo que corre, casi todos los aspectos de la vida veracruzana han sufrido de tres grandes males, característicos de los tiempos presentes. En la salud, en la educación, en la economía y en todo lo que uno imagine, aparecen en todas sus modalidades, los subejercicios, las insuficiencias y las obesidades.

El tema viene a colación a raíz de las recientes declaraciones—y parece que únicas—que ha dado el flamante secretario de SEDESOL estatal, para referirse al subejercicio en que ha incurrido ese sector de la actual administración estatal. Desde luego, y con el valor que le habrán imbuido las fiestas patrias, afrontó la pregunta y negó tal situación.

Desde el año pasado, los subejercicios en el gasto presupuestal han sido denunciados en los medios de comunicación. Y basta ver la ausencia de obras importantes para confirmarlo. El señor gobernador se dedicó a una empresa personal y a otra de venganza justiciera. En las dos falló.

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Las únicas obras que sí caminaron, fueron las vialidades terrestres, pedestres, políticas y económicas de Julen Rementería y su portentoso socio Pepe Mancha, el líder azul veracruzano. Este último lo esconde con eficacia, aunque todo mundo sabe que ha comido mucho y no deja de abusar del PAN.

Las otras acciones, que consistieron en la entrega de coquetas cajitas de despensa, fueron los apoyos asistenciales alimentarios que se inventó Yunes Linares, y donde lastimosamente existen subejercicios, como el que no reconoce este pequeño funcionario del desarrollo social.

Si hablamos del sector salud, donde sus responsables se comportan como autistas, lo único que se manifiesta en todo el estado y en casi todas las familias, son los graves problemas de sobrepeso y obesidad. Lo que ha trascendido como positivo, son los hospitales que se terminan o se reconstruyen con los escasos dineros que, a decir del gobernador, se recuperaron de Javier Duarte y sus excolaboradores.

En cuanto a otros sectores, alguien pudiera decir que no hay subejercicio, pero esto sólo se aceptaría en razón de que no hubo ningún ejercicio. Porque, si alguien quiere ser honesto, debe aceptar que los efectos han sido más que evidentes. Cero o mínimos resultados de trabajo.

En la seguridad pública, el turismo, el medio ambiente, el trabajo, la protección civil o las mismas finanzas públicas que lleva la SEFIPLAN, los esfuerzos y los resultados han sido permanentemente insuficientes.

Precisamente en relación al tema del desarrollo social y a una de sus vertientes, el asistencialismo, esperemos uno de los anuncios de Cuitláhuac García apenas llegue al gobierno: desaparecerá el DIF, y sus funciones y presupuestos serán aplicados entre la SEDESOL y la secretaria de salud, de acuerdo con sus competencias.

Otro de los primeros retos del gobernador entrante será desaparecer o cuando menos disminuir las obesidades administrativas que muestran varias instituciones públicas.

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