La falta de oportunidades educativas y laborales, sigue ocasionando que los jóvenes sean vulnerables a ser reclutados por las células del crimen organizado.
Lo anterior fue admitido por la directora de Prevención de los Centros de Integración Juvenil, Miriam Carrillo López, quien agregó que el ambiente de violencia es un factor de riesgo para ellos pues decir “no”, en muchas ocasiones no es opción.
“Se tienen que generar mayores condiciones y oportunidades para los jóvenes. Nosotros buscamos que más que existan como más alternativas en materia de drogas, más bien se les ofrezca a los jóvenes oportunidades de educación y empleo”, dijo.
Entrevistada apuntó que apostarle a que existan más oportunidades educativas y laborales es una forma de contribuir a que los jóvenes tengan una vida y desarrollo más sano.
“En el caso de los jóvenes que llegan a solicitar tratamiento a nuestras unidades, sí observamos en las entrevistas que muchos de ellos no viene huyendo necesariamente del crimen pero sí han pasado por estos contextos donde son vulnerados”, dijo.
Por ello consideró importante no criminalizar el consumo de alguna droga, dado que muchos de ellos son presas del crimen, no porque les guste sino porque son víctimas de ello.
Subrayó que entre los principales factores de riesgo está la situación de violencia dentro de las familias así como la presión “de pares”, o de moda por lo que se debe trabajar con todas las poblaciones que incluye a los maestros, padres y madres de familia además de los jóvenes.