En el camino hacia Belén pueden aparecer coros de ángeles, peces en el río, borregos extraviados y pastores retrasados, pero algo que nunca faltará es el burrito sabanero trotando para ver al Niño Jesús.

Los países de habla hispana tienen en su acervo popular ese tradicional villancico que si bien creó el compositor Hugo Blanco para la temporada de 1972, fue el venezolano Raúl Cabrera quien le dio fama con el coro infantil “La Rondallita”.

El compositor, fundador y director del Coro Infantil de Venezuela, nacido el 20 de mayo de 1937 en Caracas, es considerado en su nación como guía y promotor de la música entre niños y jóvenes de su país.

En ese esfuerzo por que los chicos cultivaran ese camino creó grupos como la Coral de la Convertidora Venezolana de Papel, el Coro de la Caja de Ahorro y Bienestar Social del personal de las Fuerzas Armadas de Cooperación y la Coral de la Escuela Experimental Venezuela.

Pero es más conocido por fundar, en el año de 1962, el Coro Infantil de Venezuela que dos años después grabó su primer disco, “Así cantan ellos”, y en 1971 realizó su primera gira por Venezuela.

Para ese entonces el compositor, músico, arreglista e intérprete Hugo Blanco, también nacido en la capital de Venezuela, ya había escrito varios temas entre ellos “Moliendo café”, tema cuya autoría le enfrentó a su tío José Manzo Perroni.

El humorista Simón Díaz le solicitó que compusiera un tema navideño para su disco “Gaita 72”, pero la canción “El burro de Belén” pasó sin gloria por estar dirigida al público infantil hasta tres años después, cuando fue incluido en otro álbum, ahora del famosísimo “Topo Gigio” bajo el nombre de “Mi burrito sabanero”.

Al año siguiente Blanco produjo un material discográfico para La Rondallita, agrupación que presentó el traído villancico como “El burrito sabanero” con Ricardo Cuenci, entonces de ocho años, como voz principal.

El éxito en Venezuela fue inmediato e incluso cruzó fronteras hasta Puerto Rico, donde cobró gran fuerza al grado de exigir la presentación en vivo del coro infantil en la llamada “Isla del encanto”; La Rondallita ya había sido disuelta, por lo cual fue necesario convencer a los niños y sus padres para volar a San Juan.

El pequeño animal de la sabana venezolana comenzó así su vuelta al mundo, con Raúl Cabrera al frente de la reagrupada Rondallita cuya interpretación logró obtener gran popularidad en Europa y en algunas partes de América.

“Tuqui tuqui tuquituqui, tuqui tuqui tuquita, apúrate mi burrita que ya vamos a llegar” cantaban los chicos hasta la llegada de Emir Bocán y los Tomasinos, quienes le agregaron un toque tropical al villancico y exportaron con más fuerza versión hacia Colombia, Ecuador, México y Panamá.

“Mi burrito sabanero” ha llamado la atención de artistas como las payasitas Ni Fu Ni Fa, el sexteto vocal Voz Veis y el colombiano Juanes, que cantó el tema para el álbum “Superestrella en navidades”, en el que también participaron David Bisbal, Pedro Fernández, Yuri y Tania Libertad, entre otros cantantes.

Este 2018 el burrito ha perdido a uno de sus más grandes promotores, Raúl Antonio Cabrera Sánchez, quien tras una notable carrera de 56 años en los que formó a diversas generaciones de músicos, el 12 de junio de 2018 falleció a causa de una enfermedad pulmonar.

Actualmente este villancico forma parte del repertorio navideño y de las canciones que se interpretan toda Hispanoamérica, desde iglesias y escuelas hasta en las fiestas de la temporada.

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