El drama arqueológico de las tumbas de Rómulo, el fundador de Roma y primer rey romano según el mito, evoluciona hacia nuevas sorpresas. Aún hay que ser cautos pero la búsqueda del que se supone fue el cenotafio del romano más famoso es objeto de una nueva excavación en los antiguos Foros Romanos, hoy una área arqueológica que visitan más de 6,5 millones de viajeros al año y que está incrustada en el bullicio del centro de la moderna capital italiana. Si finalmente los romanos (de hoy) encontrarán un elemento más que de respuesta a los misteriosos orígenes -aún inciertos históricamente- de la Ciudad Eterna todavía está por verse.

El proyecto es fruto de la iniciativa de un grupo de arqueólogas, capitaneadas por Alfonsina Russo, la directora del parque arqueológico del Coliseo, y Patrizia Fortini, la responsable de la excavación y quien recientemente volvió a analizar los diarios de Giacomo Boni, arquitecto y arqueólogo que fue director del Foro Romano y del Palatino desde 1898 hasta el 1925. En estos diarios, Boni relata de una excavación realizada entre 1898 y 1900, durante la cual se habría hallado una cámara que podría contener un sarcófago en piedra que, según la hipótesis de las arqueólogas, se supone datado en el siglo IV antes de Cristo. Tras la excavación del difunto arqueólogo, de hecho, la zona fue sellada, enterrada nuevamente y nunca más explorada hasta la fecha.

“Otras pruebas provienen de unos análisis geológicos, químicos y físicos, sobre el terreno situado en la parte superior externa indicada en un mapa que Boni dejó adjunto a la documentación relativa a la excavación que hizo en su momento”, ha explicado Fortini, en entrevista con El Confidencial. “Es emocionante pensar que podríamos finalmente encontrar nuevos elementos relacionados con Rómulo”, ha añadido, incluso más eufórica, Russo. En la cámara, también estaría otros vestigios antiguos, a los que habrá que datar.

El mausoleo misterioso

En concreto, según las indagaciones de las arqueólogas, el misterioso mausoleo podría estar a unos cuatro metros de profundidad en los Foros, debajo del santuario del Lapis Niger (piedra negra, en latín), a poca distancia del arco de Séptimo Severo y del edificio de la Curia Iulia, sede del antiguo Senado romano. Allí, según la señalización de Boni (1859-1925), y lo que sugieren otras fuentes antiguas, se encontraría el sarcófago de piedra, que habría sido colocado cuatro siglos después de la presunta muerte de Rómulo, al ser un lugar sagrado. Según aventuró Russo, este no sería un detalle de poca importancia pues era costumbre de romanos y griegos levantar este tipo de estructuras en sitios de alto contenido simbólico, para afianzar el poder con la tradición de los fundadores. Aunque toda la Roma originaria, hecha de cabañas de madera, y la mayor parte de la Roma republicana se circunscribían en realidad a la zona de la colina de los Foros y sus aledaños.

“A tres metros y sesenta centímetros bajo la escalera (en la Curia Iulia) se encuentrauna pila rectangular de piedra”, escribió Boni, en uno de los pasajes que se han considerado relevantes para dar con la cámara. El convencimiento de las arqueólogas remite asimismo que otras fuentes que indican que el Lapis Niger sería el lugar donde Rómulo fue matado y desmembrado en el siglo VIII antes de Cristo, supuestamente a manos de un grupo de senadores asesinos. Además, también el poeta Quinto Horacio Flaco (siglo I antes de Cristo) habla, en sus escritos, de una tumba de Rómulo, ubicada en el Comicio, la tribuna de los oradores. Mientras que el escritor latino Marco Terencio Varrón (Marcus Terentius Varro, en latín) recuerda que la tumba del líder romano habría estado delante de las tribunas del Comicio, desde la cual las personalidades hablaban y hacían comicios al pueblo. Sobre todo estos se apoyan las esperanzas de la excavación.

Las excavaciones, durante las cuales no se espera encontrar restos humanos, empezarán durante el verano, tras acabar algunas operaciones de limpieza y reestructuración de las áreas cercanas, y durarán un plazo mínimo de dos o tres meses. Lo que hace bien esperar es que Boni, un fascista declarado en aquellos tiempos turbulentos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), fue un arqueólogo reconocido en la época en la que vivió y muchos de sus escritos se han revelado ciertos, según recuerda Fontini. En el período en el que se desempeñó como director de las excavaciones de los Foros Romanos, Boni realizó numerosos descubrimientos, como la necrópolis de la Edad de Hierro cerca del Templo de Antonio y Faustina, el propio Lapis Niger, la Regia, la Galleria Cesaree, la Horrea Agrippiana, entre otros monumentos. Parte de los cuales, tras que se cierren definitivamente las operaciones de las arqueólogas, serán visibles al público.

Sacar a luz la historia de Roma

Las arqueólogas esperan así aportar un nuevo elemento a la historia de Rómulo, sobre la cual en la actualidad todavía existen muchas dudas, y que es, según los más escépticos, fue inventada de apuro pues nunca se logró reconstruir la verdadera historia del nacimiento de la ciudad romana. Lejos de eso, el relato que hace la mitología es bastante más exaltado. Según el mito, de hecho, Rómulo y su hermano Remo habrían sido dos gemelos que fueron abandonados en una canasta por unos siervos sobre las aguas del Tíber, tras que el rey Amulio los mandara a matar. Sin embargo, cuando habrían estado a punto de morir de hambre y abandono, fueron recogidos por una loba -llamada Luperca y que hoy es el símbolo de la ciudad- que lo adoptó y alimentó, amamantándolos.

Todos los mitos tienen elementos verídicos y otros falsos

Luego, ya adultos, se pelearon y Rómulo asesinó a Remo, lo que le permitió a su hermano convertirse en el legendario fundador de Roma, el 21 de abril del 723 antes de Cristo (Tanto así que, también en la actualidad, el 21 de abril la ciudad de Roma sigue celebrando su nacimiento). Llegado al poder, sin embargo, Rómulo pronto se convirtió en un monarca despótico y autoritario, razón por la que finalmente habría sido asesinado en un complot. Hechos, estos, sobre los que también hay versiones distintas que provienen de las fuentes. “Todos los mitos tienen elementos verídicos y otros falsos”, recuerda, en esta línea, Russo, al advertir que “existen suficientes pruebas para hacernos pensar que podríamos encontrar lo que estamos buscando. Es posible”. “Lo que necesitamos son pruebas. Lógicamente el hecho de que estemos investigando nuevamente sobre esto remite a que un hallazgo de este tipo significaría sacar a luz una parte importante de nuestros orígenes”, añade Fontini.

Dicho esto, no es la primera vez que Roma decide llevar adelante una iniciativa algo extraordinaria para aportar verdad histórica al mito de Rómulo y Remo, una historia que orgullosamente los romanos transmiten de padres a hijos (y está en los libros). Ejemplo fue cuando en 2007 Francesco Rutelli, entonces vicepresidente del Gobierno y ministro de Bienes Culturales, dijo haber encontrado la cueva donde la loba le habría dado de comer a Rómulo y Remo, descendientes del dios Marte, del héroe Eneas, e hijos de la vestal Rea Silvia. “Italia y Roma no dejan de asombrar al mundo con portentosos hallazgos arqueológicos, y resulta increíble que se haya finalmente encontrado un lugar mitológico”, llegó a decir en ese entonces Rutelli, al comentar el hallazgo debajo del monte Palatino. Esto también, sin embargo, no fue reconocido unánimemente por parte de la comunidad de arqueólogos, perennemente dividida entre los que creen que los mitos también tienen elementos históricos y los que no.

Lo que, en cambio, las fuentes históricas aseguran con más certeza es que, más allá de quién haya fundado Roma -dar una fama heroíca a las orígenes es un elemento común de muchas ciudades romanas y griegas-, los romanos se originaron en una tribu latina bien organizada y algo belicosa que se apropió de los alrededores del Tíber, un río navegable y cuyas inmediaciones rápidamente se convirtieron en un sitio estratégico para el comercio. Tanto así que los romanos crecieron rápidamente en su número, también gracias a su propensión por el mestizaje -en un primer momento, con los sabinos- y, según las crónicas antiguas, a su capacidad para integrar personas provenientes de otras culturas, diríase los inmigrantes de entonces.

Con todo, la noticia de la nueva excavación ha coincidido, por voluntad ajena según el grupo de arqueólogas, con el estreno de la película “El primer rey”, en la que se relata la historia de Rómulo y Remo, dirigida por el cineasta Matteo Rovere y estrenada el pasado 31 de enero. Para la misma, la producción del filme también se contactó con la Universidad de la Sapienza, para efectuar la reconstrucción de los hechos que rodearon la vida de los enigmáticos gemelos.

Publicidad