La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Nuevo México pidió a las autoridades estatales que investiguen a un pequeño grupo de ciudadanos armados de Estados Unidos que estarían realizando detenciones ilegales a inmigrantes que ingresan al país.
Los llamados Patriotas Constitucionales, que dicen ser principalmente militares en retiro, han estado patrullando desde fines de febrero la frontera entre México y Estados Unidos cerca de Sunland Park, Nuevo México, en busca de pasos fronterizos ilegales.
La pequeña organización publica a diario videos que muestran a sus miembros vestidos con ropa de camuflaje y armados con rifles semiautomáticos deteniendo a grupos de migrantes, muchos de ellos familias centroamericanas que buscan asilo, hasta que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos llegan para arrestarlos.
“Vigilantes racistas”
El grupo de voluntarios dice que está ayudando a la Patrulla Fronteriza a lidiar con un aumento de los inmigrantes indocumentados, pero organizaciones de derechos civiles, como la ACLU, aseguran que se trata de una “organización de milicias fascistas” que opera al margen de la ley.
“No podemos permitir que vigilantes racistas y armados secuestren y detengan a personas que buscan asilo”, dijo la ACLU en una carta dirigida a la gobernadora de Nuevo México Michelle Lujan Grisham y al fiscal general Hector Balderas. “Instamos a que se investigue de inmediato esta conducta atroz e ilegal”.
Las oficinas de Lujan Grisham y Balderas no respondieron a las solicitudes de comentarios.
En una visita el 27 de marzo a El Paso, Texas, el Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, dijo que su agencia no necesita ayuda para tareas de vigilancia.
“No estamos pidiendo que grupos de la sociedad civil brinden asistencia de seguridad fronteriza”, sostuvo McAleenan, quien recientemente fue nombrado secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional.