Desde la tarde de ayer trasciende en los corrillos políticos que el senador por Veracruz Ricardo Ahued Bardahuil podría integrarse a las filas del gabinete ampliado del presidente Andrés Manuel López Obrador, ocupando la oficina que opera las aduanas en México.
Tras la salida de Germán Martínez al IMSS, Zoé Robledo dejó la subsecretaria de gobernación para asumir la titularidad de ese instituto. A su vez Ricardo Peralta, ahora exadministrador de aduanas del país, asumió el cargo vacante en la SEGOB, con lo que esta última dependencia podría ser ocupada por el exalcalde de Xalapa.
De realizarse estos movimientos, Ahued Bardahuil pediría licencia al senado y el actual secretario de desarrollo económico en Veracruz, Ernesto Pérez Astorga ocuparía ese escaño, por ser el suplente del senador.
Este reajuste político generaría cambios en el primer círculo del gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, y quien se apunta –desde hace tiempo- para llegar a la titularidad en SEDECOP, es el actual subsecretario de esa dependencia Enrique Nachón García, amparado en que es sobrino de Olga Sánchez Cordero y la supuesta cercanía con el ejecutivo estatal.
En caso de que Ricardo Ahued se convierta en el nuevo administrador de aduanas de México, sus tareas y responsabilidades lo alejarían del juego político en Veracruz. Para muchos cuitláhuistas, huertistas y hasta para Hipólito, tener lejos a Ricardo Ahued será un alivio.
Esta posibilidad seguramente surgió de alguna petición expresa al ejecutivo federal. El problema es que Veracruz perdería a un senador de altura y aduanas ganaría a un director mediocre. Y por otro lado AMLO conseguiría a un senador títere.