En los últimos veinte años la república mexicana recibió inversiones extranjeras superiores a los 530 mil millones de dólares, mayormente derivados del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. En los meses venideros y ya en el gobierno de la Cuarta Transformación, será ratificado este acuerdo internacional ahora denominado T-MEC.

Las estadísticas de tales inversiones extranjeras, demuestran que el estado de Veracruz no estuvo entre los diez estados que más se beneficiaron de tal inyección de recursos para la planta productiva nacional. Las ocasiones en que esta entidad logró insertarse en los primeros lugares, fueron solamente en los años 2010 y 2011, cuando logró ubicarse en los sitios séptimo y sexto, respectivamente, con cifras de 1,241.4 y 1,211.0 millones de dólares.

Cabe señalar que, a causa de vaivenes políticos y financieros internacionales y locales, el año anterior la inversión extranjera cayó un 34% en nuestro país. 

La semana pasada el periódico El Financiero informó cuáles eran los estados del país que presentaban los mejores indicadores de desarrollo en 2019. En el rubro de inversiones provenientes de otros países, con 573.6 millones de dólares, ubicó a Veracruz como el cuarto estado receptor de inversiones foráneas, solo superado por tres entidades federativas -Ciudad de México, Nuevo León y EDOMEX- que suelen encabezar el ranking nacional como receptores de divisas para la inversión productiva.

Sin embargo, también en estos días el Departamento de Estado de Estados Unidos acaba de alertar a sus ciudadanos sobre la dificultad y costos de hacer negocios en México debido al incumplimiento de contratos, el aumento de la inseguridad y la corrupción. 

Por esa razón la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero dijo anteayer que “se está tratando de erradicar la corrupción y se está garantizando el estado de derecho para que lleguen las inversiones extranjeras a México”. 

Es estimulante que ese destacado periódico de economía y finanzas brinde una noticia positiva sobre Veracruz, pero será necesario que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez impulse a sus secretarios al oportuno y eficaz cumplimiento de sus atribuciones legales, especialmente a los titulares de gobierno, seguridad pública, finanzas y desarrollo económico, quienes deberán asegurar las mejores condiciones de gobernabilidad, seguridad pública, regulación industrial, conectividad y estabilidad financiera en el estado. Solo de esa manera se estará en condiciones de mejorar la planta productiva, los empleos y los salarios que merecen los veracruzanos, compromisos que se ofrecieron en la pasada campaña a la gubernatura. 

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