La población que sigue las noticias de los otrora grandes políticos veracruzanos, se preguntan por dónde será que están caminando, o bien, en qué o en cuáles proyectos están participando. Como que quieren tomar rumbo, pero no saben en qué dirección o hacia dónde dirigirse. Salen de vez en cuando, y de puntitas, y a veces, se opina que no se ven por ningún lado.
La administración estatal emanada del partido Morena, trata con cuestionable éxito y problemas de capacitación, de echar a andar la destartalada maquinaria burocrática que encontró mientras que, del lado opositor, escasamente se dejan ver y sentir la mayor parte de los personajes que en las épocas recientes estuvieron en la palestra y en las batallas políticas.
Un partido que había sido fuerte es el PAN, el que extrañamente solo aparece en los pleitos partidarios del Chapito de Tantoyuca o de Pepe Mancha, el multiempresario de la suerte extrema. Del estero de Boca del Río solo resaltan los cuatro Yunes azúles, siendo el que tiene cargo como alcalde de Veracruz, el que saca la cara, aunque no siempre acompañada de cerebro.
La instrucción de no recolección de basura en dependencias y hospitales del puerto, lo comprueban. Las leyes hablan de recolección obligada de desechos sólidos municipales, originados por la población del municipio, no de basura de las instituciones de gobierno de los diferentes órdenes. Su criterio se observa limitado y obcecado o cegado por intensas emociones, que no razones.
En el lado tricolor, hay mutis endémico, Marlon quiere hacer algo, pero los demás exgallones—ya sin recursos de gobierno—no quieren invertir los dividendos en las guerras del líder Alejandro Moreno, el del tamalito con AMLO.
De los otros institutos, poco que hablar. En el puerto se dice que un cisne tuxpeño se recuperó del cuello, y que ahora tuerce por el PVEM. Alocadamente tuitea y gasta las yemas y las posaderas para ser candidato a alcalde y después a gobernador, en cuanto su mítica inteligencia levante al partido verde. Entre sus fortalezas, confiesa que le habla al oído a Manuel Velasco, exgobernador chiapaneco a quien el desdén de AMLO le recordó que posee un escaño senatorial.
En el PRD los jefes tribales otean el horizonte buscando señales de humo y ruido de tambores. Como no se escuchan allende los cerros y las praderas, enviaron a su estrella Manuel Bernal a tocar la flauta y a echar unas cuantas bailadas a sus ídolos y a sus espíritus malignos.
Movimiento Ciudadano busca a los jóvenes y a los maduros no maleados por el sistema. Quiere regresar por votantes y posiciones electorales. Ojalá y Dante haga magia y acierte esta vez sus flechas.
No se sabe ni se oye nada de movimientos políticos o sociales que sí puedan hacer algo fuerte y consistente por Veracruz. Rescatable en estos días, la multitudinaria celebración que organizan los integrantes de la UCISV-VER morenista de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, para recordarle al personal adherente y a algunos molestos intelectuales fifís, que han evolucionado y que están cumpliendo 35 años de lucha ininterrumpida.
En general, poco gobierno y minusválida oposición pasmada.