El presidente Donald Trump, anunció este domingo la muerte del líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, en una operación militar de Estados Unidos en el noroeste de Siria.

“Abu Bakr al Bagdadi está muerto“, aseveró en una declaración desde la Casa Blanca.

Añadió que “murió como un perro, como un cobarde”, dado que Al Bagdadi se suicidó con un cinturón de explosivos al final de un túnel por el que era perseguido.

“Anoche, Estados Unidos hizo justicia con el terrorista número uno del mundo”, sentenció Trump.

Antes, el comandante de las Fuerzas de Siria Democrática, Mazlum Abdi, informó que se logró ‘acabar’ con Al Bagdadi, tras cinco meses de operación de inteligencia.

“Desde hace cinco meses ha habido un trabajo de inteligencia sobre el terreno, una búsqueda exhaustiva hasta que mediante una operación conjunta lograron acabar con el terrorista Al Bagdadi”, indicó Abdi, líder de la alianza armada liderada por kurdos, en la red social Twitter.

Abdi no ofreció más detalles sobre la operación de esta madrugada en la que militares estadounidenses realizaron un ataque aéreo y terrestre en la aldea de Barisha, en la provincia de Idlib (noroeste de Siria) y a tan solo 5 kilómetros de la frontera turca.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que una operación aérea y terrestre ocurrió en Barisha a las 21:30 GMT del sábado, en la que murieron nueve personas, entre ellos un menor, dos mujeres y líderes de “la primera fila” del EI.

El blanco fue una vivienda que fue comprada hace días por un “líder yihadista“, procedente de Alepo, que supuestamente era miembro del grupo Hurras al Din (Guardianes de la Religión), señaló la ONG.

Los kurdos han sido los grandes socios de Estados Unidos hasta que Trump anunció su retirada del noreste de Siria para no verse involucrado en la ofensiva lanzada por Turquía el pasado 9 de octubre contra las milicias kurdosirias, aunque hace dos días se decidió que las tropas estadounidenses regresarían al este del país para guardar los oleoductos y que no caigan de nuevo en manos del EI.

Pese a que las FSD lograron el pasado 23 de marzo el fin territorial del EI en Siria, células de los extremistas continúan activas en los pueblos de la región.

Idlib es el último feudo opositor en Siria y está controlado mayoritariamente por el Organismo de Liberación del Levante, alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda, y rival del Estado Islámico en la lucha por el control de Siria.

Hurras al Din es un grupo yihadista que desertó de la antigua rama de Al Qaeda en Siria cuando esta se renombró a Frente de Conquista del Levante (antiguamente denominada Frente al Nusra) y se encuentra presente sobre todo en la provincia de Idlib y oeste de Alepo, siendo este objetivo en dos ocasiones anteriores en los últimos meses por Estados Unidos.

Publicidad