Si algún sentido tiene que el gobernador de Veracruz acuda al Congreso del Estado en diciembre, después de las comparecencias de los funcionarios titulares de las dependencias del poder ejecutivo, este tiene que ver con un objetivo personal de afianzar su posición como el mandatario eficiente que cumple y atiende las expectativas de la población estatal que representa, es decir, el pueblo veracruzano, soberano y mandante. 

Independientemente de cómo se califique su gestión en el primer ejercicio de su gobierno, existe un aspecto que debe resaltarse, y que por la insistencia de Cuitláhuac García Jiménez en esa cualidad que dice tener -la honestidad- está obligado a tratar de demostrarla por todos los medios posibles, no nada más en el discurso del Primer Informe.

Si no hay evidencia de progreso en Veracruz, de mayor seguridad pública en el territorio, o de eficacia y resultados de todos sus colaboradores, pero se insiste en una honestidad, por primera vez, como reitera y subraya en su discurso mediático, existe una manera en que García Jiménez podría cortar de tajo las habladurías y los rudos números oficiales generados por su gabinete, que indican alarmantes subejercicios.  

Esa manera o fórmula para contrarrestar los ataques y las inconformidades, tiene que ver con un esfuerzo de transparencia en las obras y en las acciones gubernamentales, que él debe liderar y llevar a cabo. Porque, si no hay subejercicio, como afirma, pero tampoco obras, como señalan muchos, entonces, ¿en dónde quedó la bolita monetaria?

Esa transparencia que se propone y que hasta ahora no se ha tenido en ningún gobierno, incluyendo el suyo, podría hacerse efectiva, retirando la opacidad y poniendo al alcance de la gente, con ayuda de la internet, toda la información de cada una de las obras y acciones de su gobierno en cada uno de los 212 municipios de esta entidad federativa.

Y ni siquiera tendría que perder tiempo en diseñar un programa, puesto que este ya existe. Se trata del célebre COMVER (Consulta de obras y acciones municipales de Veracruz) que maneja el ORFIS y que podría incorporar todo aquello que hacen o inician las dependencias del gobierno del estado. En ese descriptivo esquema de información y seguimiento de la obra pública municipal -disponible y práctico para todo aquel que se interese en esos datos-cualquier persona se puede percatar de las obras y acciones que están ejecutando cada uno de los ayuntamientos del estado, incluyéndose la georreferenciación correspondiente.

Esta práctica que probaría la transparencia y la existencia real de las obras y acciones del gobierno estatal, permitiría la verificación en campo, daría a conocer los montos individuales de inversión, y cortaría a rajatabla las denuncias y acusaciones de la “prensa chayotera” y de todos aquellos “adversarios” bien enterados que no agradan al mandatario nacional, a sus discípulos gobernadores y a sus celosas huestes morenistas.

Por otra parte, ayudaría a prevenir subejercicios y a coadyuvar con el seguimiento y fiscalización de autoridades, funcionarios y contralorías sociales.

Imagine usted apreciado lector, que el COMVER le permitiera conocer lo que hace el gobierno estatal en el territorio. Por ejemplo, que la SIOP está reconstruyendo la carretera a Cosamaloapan; que SEDARPA programó entregar 10 borregos y 5 vacas lecheras en la comunidad de Trapiche del Rosario en Actopan, que el sector Salud remodela la clínica de la localidad de La Gloria en Perote, o que SEDESOL construye 100 cuartos dormitorios en Coyutla, especificando los montos de inversión respectivos en todos los casos. Seguramente usted no diría o pensaría -como ahora le ocurre- que los funcionarios estatales y su jefe se están haciendo gansos, mientras hacen sonoros y distractores cuacua de día y de noche.

Un esfuerzo así, sería un valioso y auténtico intento de transparencia y, sobre todo, de honestidad valiente y comprometida, señor Gobernador.

Los veracruzanos no quieren palabras huecas. Precaución ingeniero García Jiménez, ya lo reza el dicho popular “cuando te das cuenta de que la verdad es mentira, lo que sigue es la ira.”

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