En donde andan temblando es en el Poder Judicial de Veracruz. Cuentan que la magistrada Sofía Martínez Huerta, presidenta del Tribunal Superior de Justicia, realiza una serie de auditorias administrativas y legales para evidenciar y sancionar la corrupción que ha existido durante décadas en esa institución, en la cual, muchos funcionarios administrativos, secretarios, jueces y magistrados han medrado con singular alegría. De acuerdo con lo que trasciende, pronto va a destaparse algo vergonzoso en ese sentido.

Pero eso no es todo. Esos mismos enterados aseguran que la magistrada Martínez Huerta, sin hacer mucho ruido, hizo una investigación para identificar los casos de nepotismo que hay en el Palacio de Justicia, así como las componendas entre magistrados locales y federales, que han hecho trueque con familiares, amigos, esposas, hijos, amantes, etc y los incrustaron en sus respectivas nóminas.

Otra de las cosas que ya tienen identificadas -en otro palacio- es lo que han expresado algunos funcionarios de ese poder en contra de Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García, así como la forma en que operaron para favorecer la campaña de Miguel Ángel Yunes Márquez.

Anote usted. Muchos de los funcionarios involucrados o identificados por los nuevos jerarcas, tendrán garantizado su salario, a lo mucho, hasta septiembre de este año y no más, eso en el mejor de los casos. La operación limpieza la realizarán suave y sin estridencias.

Ya conoceremos quienes son los impolutos funcionarios de ese poder. Un diamante, una esmeralda y muchas perlas quedarán al descubierto.

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