Mucho se ha insistido en la necesidad de apoyar a los empresarios locales con el fin de que la preocupante pandemia del coronavirus no destruya la planta productiva estatal y los puestos de trabajo que tantos años tardaron en concretarse. Al igual que en otros países, este portal de noticias se ha pronunciado por la protección de las economías regionales del estado y porque se promueva entre la población el consumo de productos de origen veracruzano.
Uno de los productos tradicionales del terruño, que está resurgiendo con muchos esfuerzos después de una quiebra, es el refresco Coyame, originario de Catemaco, el que por fortuna desde este año se continúa elaborando en sus renovadas instalaciones en esa ciudad de Los Tuxtlas.
El refresco Coyame comenzó a distribuirse en esa zona, desde donde semanas después pasó a la región de Coatzacoalcos y actualmente está llegando a ciudades y poblaciones del centro del estado.
Cabe recordar que ese refresco se envasa en diversos sabores frutales y que fue muy conocido y valorado en Veracruz y estados circunvecinos durante la segunda mitad del siglo pasado. Y no se olvida cuando no hace muchos años de manera intempestiva cerró la empresa, dejando sin pago de liquidaciones a los trabajadores que perdieron sus empleos.
Fue hasta finales de 2019 cuando el empresario Rubén Darío Carrasco Mora, un entusiasta inversionista e industrial nativo de Plan de las Hayas y avecindado en Puebla, logró reactivar la planta y liquidar las fuertes obligaciones laborales que estaban pendientes.
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En el ámbito sindical del magisterio, se dice que la Secretaría de Educación de Veracruz será uno de los clientes más significativos de esta empresa, habiendo instrumentado los convenios y trámites necesarios para que el refresco Coyame se consuma en todas las escuelas primarias y secundarias. Líderes y profesores prefieren esta marca en lugar de una bebida de cola que intentaron introducir hace meses y que tuvo grandes críticas.
El refresco Coyame se elabora con agua de manantial surgida en la localidad del mismo nombre y que, a decir de su propietario, contiene 17 sustancias minerales especiales que la hacen similar en calidad a las célebres aguas de manantiales franceses.
Ojalá y esos minerales mantengan sus propiedades balsámicas y de salud y que, pasada la maligna peste del coronavirus, el grupo de empresarios que apostó por la marca, comience a recuperar sus inversiones y a brindar empleo seguro para muchas familias catemaqueñas.
Desde el año pasado, varios políticos sureños rezan porque también resurjan las propiedades milagrosas de esa bebida mineral y se haga realidad aquello de que Coyame vendrá a refrescar a Veracruz en todos los sentidos, de la mano de sus impulsores, entre los que se encuentran importantes actores y apostadores de la SEV, del Congreso del Estado y de la nueva directiva de MORENA, encabezados todos por el poderoso secretario Zenyazen Escobar, el mejor posesionado soñador de la gubernatura jarocha en 2024.
Mientras llega ese día, apoyemos a los inversionistas embotelladores y a los empleados veracruzanos de la refresquera. Y vayamos a la tienda por un refrescante y delicioso Coyame, porque no hay duda de que los calores vienen fuertes.
