EE.UU. alcanzó este domingo las 40.461 muertes a causa del coronavirus, cuando estados como Texas se preparan para poner en marcha las primeras medidas que les permitan avanzar paulatinamente hacia la reapertura de actividades tras el confinamiento ordenado por los gobernadores para evitar la propagación de la pandemia.
Según registros difundidos por la Universidad Johns Hopkins, 755.553 personas han contraído el COVID-19 en Estados Unidos, el país más afectado actualmente por la enfermedad.
¿REAPERTURA A LA VISTA?
Mientras las estadísticas de contagios avanzan, algunos estados han empezado a mostrarse a favor de ir ablandando las medidas para garantizar el distanciamiento social, que incluyeron el cierre de establecimientos no esenciales y restricciones para los desplazamientos.
El estado de Texas, que lidera el gobernador republicano Greg Abbott, será uno de los primeros en implementar esta semana órdenes ejecutivas anunciadas el viernes que apuntan a reanudar gradualmente las actividades de negocios que podrán ofrecer servicio de recogida o domicilios y a la reapertura de los parques estatales guardando ciertas medidas de precaución, al tiempo que se mantienen suspendidas las clases en las escuelas e instituciones de educación superior.
La vuelta a la normalidad ha sido motivo de controversia en EE.UU., ya que mientras grupos conservadores han convocado a manifestaciones en distintos puntos del país en contra de la cuarentena y alegando su derecho a la libertad, los gobernadores de los estados más golpeados se han mostrado cautos ante esa posibilidad.
Incluso una encuesta difundida este domingo por NBC News y el diario The Wall Street Journal reveló que un 58 % de 900 electores consultados entre el 13 y el 15 de abril pasados admitió que le preocupa que el país avance demasiado rápido hacia la flexibilización de las restricciones para frenar la pandemia frente un 32 % al que le preocupa que se demore demasiado el confinamiento.
Hasta ahora distintos gobernadores han anunciado alianzas que permitan diseñar planes conjuntos para reabrir sus economías, aunque no han anticipado un calendario.
TRUMP QUIERE MÁS QUE NADIE LA REAPERTURA
Este domingo, el vicepresidente Mike Pence, aseguró que “nadie” quiere más la reapertura del país que el presidente Donald Trump, quien el pasado jueves ya anunció un plan de reapertura económica y social poscoronavirus, cuya puesta en marcha dejó en manos de los gobernadores.
Te puede interesar: EEUU libera a indocumentados por miedo a contagios de coronavirus
“El pueblo estadounidense sabe que nadie en Estados Unidos quiere reabrir este país más que el presidente Donald Trump”, respondió Pence durante una entrevista transmitida por el canal Fox News, en la que se abstuvo de aludir a los tuits en los que el mandatario abogó por que liberen los estados de Minnesota, Michigan y Virginia, lo que fue interpretado como un guiño a las protestas contra la cuarentena.
Y aunque la opinión de los gobernadores es variada, algunos han advertido como un obstáculo para avanzar que sus estados no cuentan con suficientes test de COVID-19.
“Decir que los gobernadores tienen muchas pruebas y deberían comenzar a trabajar en las pruebas, que de alguna manera no estamos haciendo nuestro trabajo, es absolutamente falso”, declaró a CNN el gobernador de Maryland,el republicano Larry Hogan, quien puntualizó que la falta de kits de prueba ha sido el principal problema para los estados desde el comienzo de esta crisis.
NUEVA YORK SIGUE TENIENDO MUCHOS CASOS, PERO MENOS
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, afirmó este domingo que los indicadores apuntan a que su entidad ha sobrepasado el punto más alto de los casos del coronavirus SARS-CoV-2 y que se está ya en descenso, como lo demuestra el hecho de que la cifra de fallecidos ha vuelto a bajar.
Cuomo dijo que, por tercer día consecutivo, ha habido una merma en las hospitalizaciones, con 16.000 personas en centros sanitarios, comparado con los 18.000 que hubo en su momento más alto.
“Si los datos se mantienen, si la tendencia se mantiene, estamos pasando del punto más alto, y todos los indicadores apuntan a que estamos en descenso” de la propagación del virus, explicó.
“Todavía hay muchos casos, pero menos”, agregó el gobernador en su conferencia diaria sobre el virus, en la que además informó de 507 nuevas muertes en las últimas horas.