La traducción de jeroglíficos mayas revela una dinastía de 14 reyes, entre ellos, hubo dos mujeres y a una de ellas le correspondió empoderar Cobá, una potencia del mundo maya comparable a Tikal y Calakmul.
Primero fue Ixic Yopaat y después Ixic K’Awaiil Ajaw. Estas dos mujeres gobernaron Cobá y la convirtieron en una potencia maya cuyo dominio abarcó el territorio de lo que hoy se conoce como Quintana Roo pero su influencia se extendió también a muchas otras ciudades.
Octavio Esparza, el epigrafista que forma parte del grupo multidisciplinario que sacó a la luz la dinastía de 14 gobernantes a la que pertenecieron esas dos reinas, dimensiona su importancia.
“Llevaron a Cobá a tener contactos suprarregionales, es decir Cobá ya sale del ámbito puramente local, por decirlo así, de sus regiones de norte de la península y llega a ser conocido en otros sitios como Tikal, Eszná, Xul, Motul de San José. A partir del gobierno de Ixic K’Awaiil, que se da durante la primera mitad del siglo séptimo, es que Cobá alcanza estas dimensiones de potencia en el mundo maya comparable a lo que fue en su momento Tikal y Calakmul”.
El equipo de investigación en Cobá está liderado, como una curiosa fortuna, por una mujer, la arqueóloga María José Con. Durante una década, ellos se han dedicado a descifrar las piedras de esta ciudad, incluyendo unas estelas de hasta 3 metros y medio de alto en las que están marcada su historia.
La lectura de los jeroglíficos de estas estelas es lo que ha resultado en el descubrimiento de la dinastía de 14 gobernantes de Cobá, que perduró 300 años en medio de la selva maya. Fue, además, la época de mayor esplendor de esa ciudad que llegó a tener unos 50 mil habitantes.
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Así que el trabajo de descifrar no sólo las estelas, en total son 60 piedras esculpidas y distribuidas a lo largo de los 70 kilómetros cuadrados que ocupa Cobá, también los textos en piezas portátiles de concha y de jadeíta (orejeras, principalmente) han llevado a reconstruir la historia de estos gobernantes entre los años 250 y 900 después de Cristo.
Dentro de este periodo, la reina Cahuil gobernó del 640 al 672, de acuerdo con lo que pudo leer el epigrafista Octavio Esparza.
“La escritura que vemos en estos monumentos es una fecha. O sea: día, mes y año; son fechas muy precisas acompañadas de un verbo o un evento principal. Casi siempre es el verbo de nacer o el verbo de guerra, el verbo de matrimonio. Esto significa el elemento clave en la narrativa y después están los nombres de los personajes”.
Por esa lectura es que se sabe ahora que hacia el año 500 d.C. (o los 8 mil pedernales) fue Ju’Npik Tok’ quien reinó y fundó una estirpe entre la que se cuenta a las dos reinas y cuya hegemonía rivalizó, en términos territoriales, con las ciudades de Tikal y Calakmul.
También ha dejado de ser un secreto el hecho de que las mujeres tenían un papel preponderante en la sociedad maya.
“Los mayas no tenía ningún problema en que hubiera mujeres gobernantes, estamos hablando de que son féminas que alcanzaban el grado más alto dentro de la jerarquía social. En Cobá tenemos estas dos mujeres detectadas que fueron gobernantes ambas con periodos muy, muy exitosos”.