Xalapa. Ver.- Ayer se realizaron los festejos en honor a San Rafael Guízar y Valencia, el santo patrono cuyos restos permanecen sepultados en la Catedral de esta ciudad.
Como cada 24 de octubre, peregrinos asistieron a visitar la tumba de quien fuera el quinto obispo de Veracruz.
Sin embargo, debido a la contingencia sanitaria, este año las grandes peregrinaciones fueron suspendidas y se realizaron de forma virtual.
Por algunas horas se permitió el acceso con restricciones y medidas sanitarias.
“Todo está controlado por sanidad nada más son 3 personas por banca, el que va acceder, accede con pase, hay un acceso para los peregrinos que vienen a visitar la tumba de Guízar y Valencia y a otro para la eucaristía, la celebración; tomamos temperatura, ponemos gel, guardamos distancia y el flujo de la gente es continuo”, informó un elemento de la Seguridad de la Arquidiócesis en Xalapa.
La catedral de Xalapa era visitada en estas fechas por más de 100 mil personas, pero la fe se mantuvo en quienes tuvieron la oportunidad de visitar la tumba del santo.
“Fue un año difícil por la pandemia y precisamente venimos a eso a dar gracias a él y a Dios, yo tuve COVID y pues realmente venimos a dar gracias por nuestra salud y la de todos”, opinó un devoto.
Otra feligrés de San Rafael dijo que acudió a encomendarse a él, y pedirle ayuda para todas las familias, así como por la nación, el estado de Veracruz, “ya que él lo quiso mucho y se preocupó mucho siempre por las personas”.
A los festejos asistió el Nuncio Apostólico en México Franco Coppola quien encabezó la misa por la memoria litúrgica de San Rafael Guízar y Valencia.
Llamó a seguir el ejemplo del santo a quien le tocaron tiempos difíciles de persecución contra la iglesia.
“San Rafael nos enseña que a pesar del peligro que había, él siguió con su deber con su ministerio apostólico, viajando, visitando, estando presente al lado de sus sacerdotes, de su gente de su población, pienso que es un ejemplo que debemos tomar todos como iglesia también”, Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México.
Originario de Cotija, Michoacán Rafael Guízar y Valencia llegó al estado de Veracruz en 1920, por lo que este año se celebran 100 años de la gran labor de evangelización que inició en estas tierras y que lo llevaron a su canonización en el 2006 por el entonces Papa Benedicto XVI.