En sus primeros días en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris están creando una sociedad que recuerda el período del propio Biden como el número 2 del expresidente Barack Obama.

La mayoría de los días comienza con una sesión informativa en la Casa Blanca a cargo del asesor de seguridad nacional. En casi todos los eventos públicos de Biden, Harris ocupa un lugar destacado cerca. A puerta cerrada, se les informa juntos sobre la pandemia del coronavirus y otros problemas.

“Nadie sabe mejor que el presidente Biden lo importante y valioso que es tener un vicepresidente que pueda servir como un asesor completo”, afirmó Jay Carney, exdirector de comunicaciones de Biden y luego secretario de prensa de Obama.

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Harris, de 56 años, es vista como una contendiente obvia para la nominación presidencial del Partido Demócrata en 2024 en caso de que Biden, de 78 años, decida no postular a la reelección. Harris no se ha referido públicamente a tal especulación.

Como ocurre con todos los vicepresidentes, la pregunta es si la proximidad de Harris se traduce en influencia y si la luna de miel puede durar.

George W. Bush y Donald Trump disfrutaron de estrechas alianzas con sus vicepresidentes, Dick Cheney y Mike Pence, antes de que las relaciones se deterioraran cuando terminaron sus mandatos. Obama y Biden, que inicialmente no eran muy cercanos, se enorgullecieron de lo que se convirtió en una relación de confianza y lazos estrechos.

LA TAREA EN CUESTIÓN

Los asesores dicen que Biden y Harris están, por ahora, enfocados en la pandemia, luchando por controlarla al hacer que más personas se vacunen mientras trabajan en nuevas medidas para ayudar a estimular la economía.

Harris recibió el martes su segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, y llevó cámaras para grabar el pinchazo en el brazo como una forma de comunicar a los estadounidenses que la vacuna es segura.

Harris, exfiscal general de California, también está utilizando sus contactos con gobernadores estatales y alcaldes de la ciudad para ayudar a acelerar la distribución de vacunas.

La exsenadora de Estados Unidos por California, quien como vicepresidenta tiene el voto de desempate en el Senado, usaría su influencia en el Capitolio para apoyar el avance de la agenda de Biden.

Los asesores esperan que Harris también ayude a Biden a impulsar otras prioridades, incluida una respuesta gubernamental más firme a la debilidad económica, las disparidades raciales y el cambio climático.

Joel K. Goldstein, académico en la Facultad de Derecho de la Universidad de Saint Louis, afirmó que ahora que Harris está en el cargo, parece estar siguiendo un modelo desarrollado por Walter Mondale, vicepresidente de Jimmy Carter, como solucionador de problemas.

“Al principio tiene sentido estar en las reuniones. Ella está escuchando lo que está escuchando el presidente, está desarrollando la relación con el presidente, que es la relación más importante en su vida política”, dijo Goldstein.

Obama encargó a Biden que supervisara el paquete de estímulo aprobado en respuesta a la crisis financiera de 2007-2009 y lo convirtió en el hombre clave en Europa del Este y América Central, dos áreas que siguen siendo importantes hoy debido a la amenaza que representa Rusia y la crisis migratoria.

ASESORES DE BIDEN TENÍAN DUDAS

Muchos de los asesores de Biden inicialmente desconfiaban de Harris y eligieron un equipo para administrar los asuntos de la compañera de fórmula aun antes de que fuera elegida formalmente, incluida a la jefa de personal, Karine Jean-Pierre.

Harris optó por apoyarse en otros asesores y después de la investidura no retuvo a Jean-Pierre, quien ahora es subsecretaria de prensa principal de la Casa Blanca.

Harris ha llamado más la atención que la mayoría de sus predecesores. Es la primera vicepresidenta, la mujer de más alto rango elegida en la historia de Estados Unidos y la primera vicepresidenta negra y asiático-estadounidense.

Jill Habig, quien trabajó como asesora de la oficina del fiscal general de Harris en California y la campaña al Senado de Estados Unidos, dijo que reconoce el enfoque de Harris en su nuevo trabajo.

“Ella es una recopiladora de datos. Tiende a sumergirse al comienzo de cualquier proyecto. Tiende a ser realmente visceral, estar en todas partes, conocer a todos los que puede y absorber tanta información como puede”.

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