El gobernador Cuitláhuac García y sus valedores traen al partido Morena convertido en una simple canasta repleta de huevos fracturados que pueden reventarse con cualquier movimiento. Y eso ocurre porque en Veracruz no hay un líder sino varios jefes de plaza. Los permanentes pleitos cupulares han producido en la militancia divisiones y desconfianza en la manera de conducir los destinos del partido en Veracruz.
El resultado es que muchos están metiendo mano y que los simpatizantes no saben por dónde caminar. Si a esto se le agrega la poca simpatía hacia los alcaldes emanados del morenismo y la notoria escasez de resultados obradoristas, entonces no resulta tan equivocada la percepción social y política de que en Veracruz la 4T está en serio peligro de descarrilarse.
Y por si no bastara con todo esto, el palacio de gobierno está tratando de desterrar a Gonzalo Vicencio, el poderoso líder huasteco que hasta este momento es secretario general del partido en Veracruz, quien ya representa una segmentación importante y quizá también un abundante alejamiento de seguidores que no aceptarán nunca las líneas cuitlahuistas que les llegan a través de un lerdo emisario: Esteban Ramírez Zepeta.
Ante estas circunstancias resulta explicable la manera como se están dando las precandidaturas a los diferentes cargos, donde ya son más importantes las fuerzas que están llegando de afuera, que aquellas originarias del propio gabinete local.
Del equipo de Rocío Nahle para tratar de afianzar al morenismo decadente y su propio futurismo, resaltan Amado Cruz precandidato a alcalde de Coatzacoalcos y posiblemente Ricardo Exsome en Veracruz, ya que él es el único que ha ganado por ese partido en la conurbación porteña.
Se dice también que la secretaria de energía fue quien terminó de convencer a Ricardo Ahued para aceptar la precandidatura por Xalapa, cuyo registro hizo el sábado pasado, en lo obscurito, como si le diera vergüenza competir bajo las siglas de ese instituto político. La incógnita del por qué o para qué aceptó será cotilleo político más para sus aduladores que para sus adversarios.
La influyente Comisión Nacional de Elecciones del partido Morena invitó en diciembre a Francisco Fernández Morales, “El Potro”, a que se registrara en la Ciudad de México como precandidato a la diputación federal por el distrito de Xalapa Rural. A través de Carlos Evangelista, uno de los cinco integrantes de esa comisión, en la propia capital del país se le aseguró también al luchador social la llegada al congreso como candidato plurinominal. Morena quiere al actopeño en sus filas, para entonces sí pensar en aprobar la reclasificación de tarifas que tanto ha insistido durante más de 20 años de lucha.
En Poza Rica, y siguiendo con los empresarios-políticos, han registrado a la señora Cecilia Guevara Guembe como precandidata a presidenta municipal. Ella es la madre del subsecretario estatal de la SIOP. Ha realizado interesante labor social y altruista y ya fue en 2015 diputada local plurinominal por el PRI, respaldada por el multimillonario patriarca Jorge Elías.
Morena no quiere sorpresas en las votaciones del 6 de junio. Prefieren utilizar candidatos importados, en lugar de arriesgar con prospectos de segunda o tercera división.
Los procesos de la elección se llevan desde el búnker de El Zócalo en la Ciudad de México. AMLO no va a tirar por la borda su esfuerzo de tantos años.