El poderío de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, ha trascendido al tiempo, y aunque -quien fuera uno de los jefes del Cártel de Sinaloa- está condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, su influencia se sigue sintiendo en México.
Luego de la captura de Emma Coronel, esposa del “Chapo” Guzmán, ocurrida el pasado lunes 22 de febrero en suelo estadounidense, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado para saber su opinión al respecto.
Esquivo, el mandatario solo atinó a decir que la detención de Emma Coronel, podría estar relacionada con el ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, quien también está preso en Estados Unidos.
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Durante su conferencia mañanera de ese lunes, comentó que posiblemente las autoridades de Estados Unidos buscan obtener más información sobre la relación entre el cártel de Sinaloa y el ex funcionario en el sexenio de Felipe Calderón, por lo que es un asunto que le corresponde al gobierno de la Unión Americana.
Desde el inicio del sexenio, la sombra de la familia del “Chapo” ha estado presente en la vida pública del país.
El 17 de octubre de 2019, Culiacán, la capital de Sinaloa, vivió uno de los peores episodios de su historia. Ese día, comandos armados se apoderaron de las calles de la capital sinaloense con la misión de “rescatar” a Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo”, desatando horas de enfrentamientos, balas y terror.
Ovidio fue detenido en medio de un mal planeado operativo encabezado por soldados y policías antinarcóticos, lo que provocó un infierno.
El batallón, con fusil en mano, rodeó la mansión donde se escondía el hijo del capo. No pasaron ni diez minutos desde que llegaron los soldados cuando sonó la alarma de alerta, y decenas de autos y camionetas con sicarios armados hasta los dientes, tomaron la ciudad.
Las balaceras se multiplicaron y comenzaron a arder vehículos militares en las principales avenidas. Durante horas, los hombres armados recorrieron la ciudad atacando al Ejército hasta hacerlo retroceder y desatando el terror entre los habitantes de Culiacán, quienes se vieron en medio del fuego cruzado. Como resultado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la orden de liberar al hijo del “Chapo”, así lo admitió el propio mandatario varios días después.
El 30 de octubre, López Obrador junto con los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mostraron el “minuto a minuto” del operativo y reiteraron que se tomó la mejor decisión para no poner en riesgo la vida de civiles.
El general Luis Crescencio Sandoval, tuvo que admitir que el operativo estuvo mal planeado y subestimaron la fuerza del enemigo.
“Estamos obligados a revisar y ajustar protocolos de actuación”, reconoció por su parte Alfonso Durazo, extitular de la SSPC días más tarde, durante su comparecencia ante la Comisión de Seguridad Pública del Senado de la República para explicar los actos del operativo, el cual tenía fines de extradición.
The Washington Post informó que después de los impactantes sucesos del 17 de octubre de 2019, que derivaron en la liberación de Guzmán López, la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se reunió al día siguiente con las autoridades mexicanas, para discutir las nuevas acciones a tomar para enfrentar las consecuencias del fallido operativo.
Ovidio enfrenta cargos en Estados Unidos por conspiración para traficar drogas desde 2008. Aunque el gobierno norteamericano no reconoce a los “Chapitos” como cabezas del Cártel de Sinaloa, los tiene en la mira por su papel en el control del narcomenudeo en la zona.
Para los especialistas y periodistas, aquel 17 de octubre de 2019, conocido popularmente como “El Culiacanazo” quedó marcado en el historia reciente del país como el día que el narcotráfico doblegó al Estado mexicano.
Cinco meses después de lo sucedido en Culiacán, el presidente Andrés Manuel López Obrador se vio envuelto en un nuevo escándalo relacionado con la familia de “El Chapo”.
El 29 de marzo de 2020, ya en plena pandemia por el COVID-19, López Obrador visitó la tierra del capo (Badiraguato, Sinaloa) y por si fuera poco, saludó a la mamá de “El Chapo” Guzmán.
“Te saludo, no te bajes, no te bajes, ya recibí tu carta”, dijo el presidente al saludar a María Consuelo Loera, quien se encontraba dentro de una camioneta. A pesar de las medidas sanitarias de la Jornada de Sana Distancia, López Obrador, la saludó de mano.
El hecho desató un sinnúmero de reacciones en las que se criticó el acto del mandatario. Etiquetas como #Narcopresidente y #Narcogobierno estuvieron entre las tendencias más comentadas en México.
Como una “casualidad” ese mismo 29 de marzo la familia del Chapo celebraba el cumpleaños de Ovidio Guzmán López, quien cinco meses atrás, fue puesto en libertad por el propio López Obrador.
A pesar del escándalo, el encuentro entre Andrés Manuel López Obrador y la mamá del capo, no fue el primer contacto entre ambos.
El 14 de febrero de 2019, la madre del fundador del cártel de Sinaloa le envió al mandatario la primera de tres cartas que se han hecho públicas.
En la carta, Consuelo Loera le solicita “su valiosa intervención” al presidente para repatriar al Chapo luego de su extradición a Estados Unidos además de pedirle que autorizara visas humanitarias para ella y sus hijas Armida y Bernarda Guzmán Loera.
Consuelo Loera aseguró que tenía más cinco años sin ver a su hijo por lo que le suplicó al presidente mexicano el trámite de las visas humanitarias, que a la postre fue rechazado por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La segunda carta llegó en julio de 2019, donde María Consuelo le agradece a López Obrador, a quien se refiere como su “hermano en Cristo”, “todo el apoyo que le ha brindado a mi hijo en nuestro afán de que se le haga justicia y sea repatriado a nuestro querido México”.
La misiva fue entregada antes de que finalizara el “juicio del siglo” donde Joaquín Archivaldo Guzmán Loera fue condenado a cadena perpetua luego de ser encontrado culpable de 10 cargos relacionados con el narcotráfico.
La tercera y última carta que ha mandado la madre del Chapo a López Obrador, fue el 20 de marzo de 2020, donde de nueva cuenta la señora agradeció su intervención, pone a la disposición presidente a los abogados José Luis González Meza y Juan Pablo Badillo para negociar y al tiempo que -dijo- espera “seguir contando con su apoyo”.
El municipio de Badiraguato -visitado por López Obrador-, ha sido cuna de tres generaciones de narcos empezando en los 40 con Ismael “Mayo” Zambada” -líder del cártel de Sinaloa por más de 50 años- y con Miguel Ángel Félix Gallardo “el Jefe de jefes”.
Una década más tarde destacó Ignacio Coronel Villareal, una de las piezas claves del cártel de Sinaloa y los fundadores del cártel de Guadalajara, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero; y posteriormente, la generación más reciente con Joaquín Guzmán Loera y los hermanos Beltrán Leyva.
La captura de Emma Coronel
Emma Coronel Aispuro, la última esposa de “El Chapo” y madre de sus hijas gemelas (María Joaquina y Emaly), proviene de una familia ligada al narcotráfico. Hija de Inés Coronel Barrera (padre) y sobrina de Ignacio Coronel, conocido como “Nacho Coronel”, quien estaba catalogado como el número tres en el Cártel de Sinaloa, sólo debajo de “El Chapo” e Ismael “El Mayo” Zambada.
Luego sostener de fuertes disputas con los primos de “El Chapo”, los hermanos Beltrán Leyva; Nacho Coronel fue abatido en un enfrentamiento con militares en 2010 en Guadalajara, Jalisco. Tenía 55 años. En el tiroteo mató a un soldado y dejó herido a otro, según la versión de las autoridades.
Inés Coronel Barrera e Inés Omar (el padre y el hermano mayor de Emma respectivamente) fueron detenidos en abril de 2013 por portación de marihuana y armas de uso exclusivo del ejército.
La historia de Emma y “El Chapo” comenzó cuando ella tenía 17 años (nació el 2 de julio de 1989 a las afueras de San Francisco, Estados Unidos) y Joaquín 52. Se conocieron cuando ella fue coronada como reina del Festival de la Guayaba y el Café, en Durango y de inmediato se flecharon.
En diversas entrevistas, Emma dijo que le encantó su forma de ser y con eso la conquistó. Nada de lujos ni fastuosos regalos.
Su boda se celebró en Durango y aunque asegura que fue una ceremonia sencilla, desde que se casó con el capo ha dejado ver una vida de lujos, como las fiestas de cumpleaños de sus hijas con precio de más de medio millón de pesos.
Después de la boda se mudó a Culiacán donde estudió la preparatoria y luego Ciencias de la Comunicación, ya que asegura, le gusta mucho el periodismo.
Sin embargo, en febrero de 2019, surgieron dudas sobre si Emma era esposa o concubina de “El Chapo” ya que cuando fue detenido y llevado a prisión en 2016 se le hizo un interrogatorio en el que aseguró estar casado con Alejandrina Salazar y que con Emma solo tenía una relación de concubinato. Hasta ahora, Coronel afirma ser la actual esposa de Joaquín Guzmán.
Durante el juicio contra “El Chapo” en Estados Unidos, Emma Coronel acaparó la atención mediática, además de que en ningún momento dejó de exponerse en redes sociales, mostrando su ostentoso estilo de vida, además de su muy cuidado y trabajado aspecto físico.
Retomó el modelaje, dio varias entrevistas, lanzó una línea de ropa con el nombre de su esposo e incluso participó en un reality show llamado “Cartel Crew”, que trataba sobre historias de familias de narcotraficantes.
Tanta exposición terminó por molestar al líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, así lo aseguró la periodista Anabel Hernández, en entrevista con Infobae México.
La comunicadora aseguró que Blanca Aispuro, madre de Emma, trató de explicarle a su hija que su alta exposición mediática no era visto de buena manera por los clanes del Cártel de Sinaloa, incluidos los hijos del Chapo. Lo que trataban de prevenir era que comenzara a revelar operaciones internas de la facción criminal.
Pero Emma habría hecho caso omiso y el pasado lunes 22 de febrero, la esposa de “El Chapo” fue detenida en los Estados Unidos, acusada de varios delitos relacionados con el narcotráfico.
Además, según una investigación del FBI, Coronel Aispuro también está acusada de ser parte del Cártel de Sinaloa y de conspirar con otros para ayudar a su esposo a escapar dos veces de prisiones mexicanas de alta seguridad, por lo que podría enfrentar una sentencia mínima de 10 años de prisión, o incluso, cadena perpetua.
“El Mayo Zambada estaba muy molesto con esta actitud desafiante de Emma Coronel y que trataban todos de entender cómo podrían contenerla para que no pasara lo que pasó: si Emma tal vez hubiera sido más cauta, más precavida, no hubiera viajado a EEUU y no la hubieran podido detener allá del modo como la arrestaron”, dijo la periodista sobre los códigos criminales que violó la esposa del Chapo.
“Ahora que capturan a Emma, la señora Blanca tiene a tres de sus cuatro familiares en la cárcel (su hijo, su esposo y ahora Emma) acusados de narcotráfico. La señora no quería, por un lado, que tal vez alguien del cártel quisiera ponerle un correctivo a Emma, de alguna manera, y tampoco quería que su hija perdiera el camino, pero de acuerdo a la información sensible que tuve de este informante, Emma no quiso escuchar”, agregó Anabel Hernández.
Coronel Aispuro posee los datos más íntimos de sus hijastros, “Los Chapitos”, de la familia Zambada, sus cuentas así como de las operaciones que el grupo criminal ha realizado por décadas. De ahí que se trate de una pieza clave. no solo como mensajera de su esposo, sino sobre todo, por el conocimiento que posee y podría revelar a las autoridades estadounidenses.
“Emma Coronel estaba fuera de control porque estaba sumamente enojada y despechada (por todo lo revelado en el juicio contra “El Chapo”), la persona que captura ayer el gobierno americano, no es solo una mujer que era un vaso comunicante, sino una confidente durante mucho tiempo del Chapo Guzmán, me consta”, reiteró la autora de “Los señores del narco” (2010).
De acuerdo con la acusación del caso 1:21-mj-00240, Emma Coronel fue mensajera del Chapo y conspiró para el envío de narcóticos hacia EEUU, ambas acciones, entre 2012 y 2017. Además, habría planeado la fuga de Guzmán Loera en julio de 2015, así como un segundo escape que no se concretó después de febrero de 2016.
Tras ser arrestada en el aeropuerto internacional de Washington-Dulles el pasado lunes, fue presentada en la Corte del Distrito de Columbia donde se determinó que siguiera en prisión preventiva en Virginia.
Además del proceso judicial en Estados Unidos, fuentes ministeriales revelaron a El Universal, que Emma Coronel es investigada en México desde 2015 y que desde el 18 de mayo de 2017 fue denunciada por la Unidad de Inteligencia Financiera por operaciones con recursos de procedencia ilícita.