Durante unos trabajos de prospección arqueológica realizados con motivo de la construcción del Gasoducto Báltico en la isla danesa de Funen, investigadores del Museo de Odense descubrieron una espada de unos 3.000 años en buen estado de conservación, informó la institución a través de un comunicado.

El arma en cuestión, que se sospecha formó parte de una ofrenda, pertenece al periodo IV de la Edad de Bronce nórdica, y ha sido considerada por Jesper Hansen, curador en jefe del museo, como una “rareza” no solo por el antigüedad, sino también por su “extraordinario” estado de conservación.

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Según detalló Hensen, la empuñadura de la espada, elaborada con madera, cuerno y antimonio, se ha conservado de manera óptima. Asimismo, el material de líber con el que fue cubierta permitió que la hoja de bronce permaneciera casi intacta, salvo una capa de pátina que se ha formado en su superficie producto del paso del tiempo.

Puesto que la tizona, de cerca de 1.3 kilos, se compone de distintos materiales, su conservación es un asunto complejo, por lo que los investigadores han decidido desmontar la empuñadura y mantener por separado los elementos que la conforman. Esta técnica permitirá que el metal, la madera, el cuerno y el líber puedan ser tratados por separado para garantizar su correcta preservación.

Una vez los estudios de datación por radiocarbono y los trabajos de conservación sean finalizados, la espada será rearmada y posteriormente expuesta en las instalaciones del museo de Montergarden.

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