En el Informe por los primeros 100 Días del Tercer Año de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que delitos como el feminicidio y la extorsión presentan un aumento en la incidencia en comparación con cifras de administraciones anteriores.
En el Fondo Histórico Antonio Ortiz Mena, en Palacio Nacional, el mandatario federal asegura que su gobierno trabaja para atender a los jóvenes, la población más expuesta a caer “en las garras de la violencia”, y que su Gabinete de Seguridad actúa y toma decisiones para favorecer la seguridad pública.
“Estamos atendiendo a los jóvenes, creando empleos, haciendo realidad el derecho a la educación, combatiendo a la pobreza, y, desde luego, actuando con profesionalismo, con cooperación y en concordancia para favorecer la seguridad pública”, señaló al inicio de rendir datos sobre la situación de la seguridad en México”
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Al hacer un recuento de la incidencia delictiva en México, señaló que el delito de robo a combustible (‘huachicoleo‘) se ha reducido en 95 por ciento.
Los delitos como los homicidios dolosos, vieron una reducción de 1.6 por ciento; el robo de vehículos, en 40 por ciento; el Secuestro, en 38 por ciento.
“Y así en casi todos los delitos del fuero común y el federal”, refirió.
Señaló, sin embargo, que de once delitos, considerados de mayor impacto, solo dos han presentado aumentos.
“El feminicidio, que creció 8.5 por ciento y que por cierto, antes no se clasificaba como ahora, y la extorsión, que aumentó 21 por ciento”, reveló.
El presidente señaló, finalmente, que los resultados a la baja de dichos delitos no los hubiera logrado su Gobierno con la Policía Federal, institución de seguridad pública federal que fue extinta con la actual Administración.
Calificó a la Policía Federal como “casi podrida por entero” y puso como ejemplo la detención de uno de sus titulares, Genaro García Luna, en Estados Unidos.